La lucha contra las papeleras le había dado trascendencia nacional, pero ayer su figura regresó a los medios por otro tema. El intendente de Gualeguaychú, Daniel Irigoyen, fue procesado por “malversación culposa” en una resolución de la Cámara de Apelaciones de Concepción del Uruguay a pedido del fiscal, Rubén Chaia. A Irigoyen se lo acusa de no haber controlado a dos ex funcionarios suyos que habrían cometido un desfalco contra la comuna por 2,7 millones de pesos. Se trata del ex tesorero municipal Angel José Giménez y el ex secretario de Hacienda Néstor Pérez, procesados por “malversación dolosa”. Cuando se descubrió la maniobra, Irigoyen dijo que se sentía defraudado en su confianza. El intendente es miembro de la coalición Nuevo Espacio, enfrentada con el gobernador Jorge Busti. Para sostener su acusación, el fiscal Chaia había argumentado que el “principio de confianza” no permitía excluir o limitar la “responsabilidad por imprudencia”. En Entre Ríos, el procesamiento despertó suspicacias, porque se produjo a tres meses de las elecciones. Desde la oposición acusaron a Busti de impulsar el procesamiento por fines políticos. “Nunca hicimos un uso político de algo tan lamentable como el desfalco municipal”, contestó el vice Guillermo Guastavino.