Los asambleístas argentinos que el lunes fueron echados de la Plaza Independencia, en Montevideo, cuando intentaban hacer una volanteada contra Botnia, acusaron al gobierno de Tabaré Vázquez de haber organizado las agresiones. “Nos esperaban unas cien personas. Dando vueltas alrededor de la plaza giraba una camioneta blanca con patente oficial del gobierno uruguayo y altoparlantes en el techo por los que decían ‘echemos a los piqueteros de la plaza’, ‘somos un país independiente’ y ‘defendamos la industria de la celulosa’”, denunció Gustavo Rivollier, vecino de Gualeguaychú y uno de los integrantes de la delegación. Para los ambientalistas, los manifestantes uruguayos actuaron además “sincronizados con la policía”.

Anoche, la Asamblea de Gualeguaychú abordó lo sucedido como tema central de discusión. Una de las medidas que evalúan ahora es la de endurecer el corte del puente internacional, impidiendo que pase la gente que cruza a pie con bagallos.

El embajador argentino en Montevideo, Hernán Patiño Meyer, no respaldó las acusaciones de los vecinos. “Descarto absolutamente cualquier participación del gobierno uruguayo en este asunto”, sostuvo al ser consultado sobre el tema en declaraciones radiales. El funcionario calificó de “deplorable” la agresión, pero en privado consideró que no hay pruebas de que la camioneta de la que se habla haya tenido chapa del gobierno; en la embajada se inclinan a creer que lo que pasó fue una reacción destemplada de los manifestantes uruguayos, sin injerencias del gobierno o el Frente Amplio.

La delegación argentina estuvo formada por cinco porteños, integrantes de la asamblea de San Telmo, y dos enviados de Gualeguaychú, Rivollier y Daniel Pérez Molemberg. Este último apuntó contra la policía. Según contó, cuando los manifestantes los empezaron a insultar, escupir y tirar huevos, uno de los periodistas reclamó a los efectivos que frenara a los manifestantes y éste le respondió “no, háganlo ustedes”. El vecino opinó que había “una total sincronización entre policías y manifestantes. También estaba consensuado no lastimarnos demasiado para no dejar marcas”.

La Asamblea también evaluó enviar más apoyo a Colón, donde ayer volvió a resinstalarse el corte, esta vez rotativo, tras el desalojo que sufrieron el lunes por parte de una patota encabezada por un grupo de comerciantes. “El corte comenzó a las 18.30 con una duración de seis horas, en una modalidad que se mantendrá hasta el jueves, cuando en una nueva asamblea se decidan los pasos a seguir”, informó desde el lugar del bloqueo Marina Páez. Por otra parte, el asambleísta Carlos Serrati dijo que ante las quejas de los comerciantes de la zona se abriría una mesa de discusión para encontrar una salida a estos reclamos.