EL PAíS › SE VENDE MENOS A PRECIOS MAS ALTOS EN SUPERMERCADOS Y SHOPPINGS
Crisis de changuitos y de paseo de compra
El consumo en los supermercados registró una caída interanual record en junio último. Las ventas bajaron 28,9 por ciento respecto del mismo mes del año pasado, una magnitud inédita desde que el Indec elabora sus informes sectoriales. La crisis también impactó con toda su fuerza en los shopping centers, en los cuales se notó una disminución de las ventas del 24,1 por ciento. Semejante retracción no impidió que la facturación de las cadenas se incrementara a causa del aumento de los precios. Pero sí, en cambio, implicó que por la menor actividad se produjeran despidos masivos.
Las ventas en los supermercados vienen cayendo sin parar en el último año y medio. Pero, sin dudas, la disminución de las colocaciones se aceleró en la última parte del año pasado sin que se note ningún repunte. Todo lo contrario, en junio llegó a su nivel más bajo. En cantidades de productos, las cadenas colocaron un 28,4 por ciento menos que en junio de 2001. Para darse una idea de la brutal baja, valga este ejemplo estadístico: contra un nivel de 112 puntos de ventas en el año 2000, las ventas en los súper cayeron al mínimo de 73,5. Los dos sectores más castigados fueron: artículos de limpieza y perfumería; e indumentaria y calzado. La merma en los electrónicos y artículos para el hogar se hizo evidente en los últimos dos meses, una vez que se terminó el stock en los locales y los precios de los productos se acercaron a la suba del dólar.
Las cajas registradoras de los súper e híper no se dieron cuenta del tropezón. Todo lo contrario, a las cadenas entró más dinero que hace un año. En junio, la facturación alcanzó a 1328 millones de pesos, un 16 por ciento más que en el mismo lapso de 2001. Y del 10,7 por ciento si se compara con mayo pasado. Según el Indec, los precios en los comercios se elevaron un 55 por ciento en promedio en lo que va del año, por encima al índice de precios al consumidor que alcanzó el 30 por ciento. Un golpe certero al bolsillo de la enorme mayoría de los clientes. El interior de la provincia de Buenos Aires fue el único que rompió con esta lógica: las cadenas situadas en el distrito facturaron un 9 por ciento menos que a comienzos de año.
El hecho de que las 29 principales cadenas de supermercados facturen 183 millones de pesos más que hace un año ayuda indirectamente al Gobierno: le permite recaudar más impuestos, lograr un mejora fiscal, y por lo tanto evitar una mayor emisión monetaria que podría presionar sobre el dólar.
El aumento de la facturación tampoco impidió que las grandes cadenas despidieran personal. Entre enero y mayo, la expulsión de mano de obra sumó a 4153 personas. Un promedio de 830 cada mes, y ahora ocupan a 94.100 personas. Los salarios también bajaron, un 5 por ciento en promedio entre las categorías más bajas, de 644 a 613 pesos mensuales. Entre los gerentes y supervisores, la merma resultó del 7 por ciento: de 1706 a 1590 pesos.
La crisis también golpeó a los shopping, aunque en este caso no existen cifras sobre nivel de empleo. Lo que sí se sabe es que en los centros comerciales de Buenos Aires los comercios inactivos casi se duplicaron, al pasar de 210 a 383. Y otros 20 siguen abiertos pero con insuficiente mercadería para vender. Es decir, el 16 por ciento de los locales construidos están cerrados. En este contexto, el volumen de ventas cayó 30,5 por ciento en el semestre.
En esta Argentina con inflación, el fuerte declive de los despachos no impidió una mayor facturación. Mientras en junio de 2001 se vendió por 140 millones de pesos, el mes pasado se colocó por 4 millones más.
Claramente, el sector más castigado por la crisis fue el de electrónicos, computación y CD, cuyas ventas cayeron 55 por ciento en el último año por efecto de la devaluación. También se vislumbra una merma del 15 por ciento en los patios de comida. Como contraposición, se nota un fuerte impulso de los locales dedicados a la indumentaria y calzado en el último trimestre, presumiblemente debido a las preferencias de los turistas extranjeros que adquieren ese tipo de productos a valores muy inferiores a los que deberían abonar en sus países de origen. Incluso,fuentes del sector dijeron a este diario que entre 20 y 30 por ciento de la facturación de esos negocios depende de los visitantes extranjeros.