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La directora para la Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay del Banco Mundial, Myrna Alexander, sostuvo que la disminución del índice de pobreza argentino, que alcanza a casi la mitad de la población, es el “mayor desafío” para la reactivación del país, y consideró que en el país “existe un problema de toma de conciencia para crear una sociedad más justa”. Lo que no precisó la saliente funcionaria cómo anda ella con su conciencia y cuál fue la responsabilidad del Banco Mundial y de su primo hermano, el Fondo Monetario Internacional, en la recomendación de políticas que derivaron en el actual drama social.
“Mientras a principios de los ‘90 el índice de pobreza alcanzaba el 40 por ciento, debido al impacto de la hiperinflación, y después cayó al 17 en 1992, ahora estimamos que la pobreza aún se encuentra en el orden del 40 por ciento”, indicó Alexander. La ejecutiva del BM que en los próximos días dejará su cargo estimó que para la Argentina “la reducción de la pobreza constituirá el mayor desafío”, pero también destacó que es preciso “mejorar la calidad y cobertura de la educación, reducir la mortalidad maternoinfantil e invertir en servicios de agua potable y redes de alcantarillado”.
Con la justa cuota de cinismo para un burócrata de un organismo financiero internacional, mencionó que, a su criterio, en el país “existe un problema en la toma de conciencia y de acciones dirigidas al bien común para hacer una sociedad más justa”. Asimismo, la funcionaria se refirió a las polémicas jubilaciones de privilegio, y evaluó que “otro gran desafío es revertir la percepción de derechos adquiridos dentro de la sociedad, ya que esta mentalidad es uno de los mayores obstáculos a la hora de crear una sociedad más equitativa”. También indicó que “habría áreas, tales como el acceso a los servicios de salud reproductiva y la mejora en la posibilidad de trabajar de las mujeres pobres, en las cuales (Argentina) se encuentra atrasada”.
La canadiense Myrna podrá ahora mostrar el saldo de su gestión por el país y, como no podía ser de otra manera para continuar su carrera, resaltar que la culpa del deterioro de los indicadores socioeconómicos la tienen exclusivamente los argentinos. ¿Qué hizo el Banco Mundial en estos años?