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Los académicos podrían llamarlo el “fenómeno De la Sota”, si no fuera que los datos difundidos por el INDEC pesarán como un salvavida de plomo durante la campaña electoral para uno de los precandidatos presidenciales del justicialismo. La desocupación en el Gran Córdoba se duplicó en el último año, pasando del 12,7 por ciento a nada menos que el 25,3 por ciento. Así, Córdoba es la segunda ciudad con mayor desocupación del país, apenas debajo de Catamarca, que registra 25,5 por ciento.
La crisis cordobesa, más allá de los desmanejos en la administración provincial, se explica en buena medida por el derrumbe de la industria automotriz, que terminó de hundirse al compás del corralito.
Pero De la Sota no es el único de los políticos con proyección nacional que deberá poner las barbas en remojo, después de revisar los números del INDEC. Veamos:
- En el Gran Rosario, tierra de Carlos Reutmann, quien recientemente abandonó la carrera presidencial, la desocupación saltó del 20,2 al 24,3 por ciento. En el Gran Santa Fe la suba no fue menos importante: del 16,5 al 23,4 por ciento.
- En La Rioja de Carlos Menem el aumento fue similar. Pasó del 13,9 al 17,9 por ciento.
- En San Luis, la provincia administrada hasta fin del año pasado por Rodríguez Saá, la explosión del desempleo fue aún mayor: trepó del 10,1 al 15,9 por ciento.
- En Salta, del gobernador y precandidato del justicialismo, Juan Carlos Romero, la suba fue del 17,1 por ciento al 20,9 por ciento.
- Sólo en Santa Cruz, gobernada por Néstor Kirchner, la desocupación se mantuvo en niveles bajísimos: se incrementó del 2,1 al 3,5 por ciento. Sin embargo, dada la baja densidad poblacional de la zona, es difícil realizar una comparación válida con el resto del país sobre la base de la encuesta del INDEC, relevada en la provincia en la ciudad de Río Gallegos.