EL PAíS › DESEMPLEO EN LA CONSTRUCCION
Miles de ladrillazos
La construcción fue uno de los más castigados por la crisis. En el último año, el sector perdió 93.379 puestos de trabajo, un 41,4 por ciento de los empleos. Los últimos datos recavados por el Indec refieren a un promedio del primer trimestre del año. Con la profundización de la crisis, es esperable que los datos hayan empeorado. Desde que empezó la recesión, hacia el final de 1998, la construcción destruyó 152.200 puestos.
La caída de la actividad en la construcción fue brutal: del 34 por ciento en junio, respecto del mismo mes de 2001, y del 38,5 por ciento si se toma en cuenta el primer semestre del año.
Con la crisis, la actividad quedó paralizada. No sólo se desincentivaron los trabajos en el sector privado sino también las inversiones en el sector público. Pese a los insistentes anuncios de planes especiales, los últimos gobiernos desatendieron la actividad siguiendo el mismo afán: tratar de cumplir con las rigideces fiscales impuestas por el FMI.
Un panorama sombrío lo dan los propios empresarios. Casi un tercio de las empresas consultadas por el Indec, que realizan principalmente obras privadas, se encuentran paralizadas. Pero ese guarismo empeora –trepa al 43,5 por ciento– en el caso de las compañías dedicadas a los emprendimientos públicos. En este contexto, el 60 por ciento de los empresarios se mostraron pesimistas respecto del futuro cercano. Un 30 por ciento no prevé variantes en las condiciones, y apenas un mínimo sostuvieron que podría sorprenderlos una mejora.