A tal punto ha llegado la preocupación ante las sospechas y desconfianzas hacia la Policía Federal que a mediados de febrero el propio jefe de la fuerza, comisario Néstor Vallecas, y media docena de altos mandos, se reunieron con un grupo de fiscales en lo criminal y federal para prometer mejor rendimiento contra los narcos. Por otro lado, para demostrar voluntad de investigar se conformó una flamante “comisión interdisciplinaria”: un conjunto de comisarios mayores de diversas direcciones generales, superintendencias y otros rangos federales, entre ellos, por supuesto, el de Drogas Peligrosas, Carlos Gorocito. También se hicieron comunes las visitas de los hombres de la División Asuntos Internos a las fiscalías para revisar la actuación de los policías en las causas criminales relacionadas con el narcotráfico, en las que la actuación de la policía había sido motivo de sospechas.

“Nombraron lo que se llama un equipo interdisciplinario que, tras dos años de negarlo, dice que existe conexidad entre lo que ocurre en la 1.11.14, la 31 bis y el Barrio Rivadavia. De todas maneras con ellos hubo un período de prueba, que resultó nefasto: se justificaron en el cambio de autoridades de algunas divisiones, pero por fin se tomó la decisión de apartar a la fuerza de la instrucción. Se pasó a trabajar con Gendarmería”, contó una alta fuente del Juzgado Federal 2.

Los fiscales que estuvieron en la reunión con los jefes se sorprendieron ante el despliegue de los federales, que habían preparado una proyección en power point. “De pronto nos estaban mostrando un cuadro con lo que todos conocemos porque ha sido publicado en los diarios”, contó uno de los presentes. Más allá de las ironías de los fiscales, lo cierto es que si bien algunos como Roma y el juez Ballesteros prefieren trabajar con la Gendarmería, otros como Mónica Cuñarro, ex titular de la Unidad Especial de la Droga, Ufidro, aprovechó la mano tendida por los federales para convocar a un “intocable” de la fuerza a quien ha confiado parte de las investigaciones sobre los narcos. Cuñarro y otros fiscales prefieren no tener conflictos con la Federal en pleno y acotan sus críticas a la actuación de las comisarías 34ª, 36ª y 38ª, de la zona de Bajo Flores, más la cuestionada Drogas Peligrosas, a cargo de Gorocito.