En coincidencia con la reunión de Pilar, los directivos y delegados de la Congregación Salesiana, a la que pertenece el obispo de Río Gallegos Juan Carlos Romanín, emitieron un documento de respaldo expreso a lo actuado por el santacruceño en el conflicto entre Gobierno y gremios, en particular los maestros. El texto, emitido al final de un encuentro realizado esta semana en San Miguel, expresa que “preocupados por la situación educativa y social en la provincia de Santa Cruz (...) apoyamos en su totalidad la demanda de diálogo para solucionar el problema surgido y reconocemos como positiva y oportuna la intervención en este sentido del padre obispo de Río Gallegos, Juan Carlos Romanín”.

Romanín tuvo una actuación protagónica en los conflictos, apoyando de manera expresa los reclamos docentes santacruceños y participando personalmente en la primera de las marchas reivindicativas que se hicieron en la capital santracruceña. Esta actitud lo hizo acreedor a las críticas oficiales, incluida la del presidente Néstor Kirchner, con quien había tenido una cordial relación en el momento de asumir la titularidad de la diócesis el año anterior. Romanín expresó públicamente que está dispuesto a “acompañar” las demandas sociales todas las veces que considere que las mismas son justas y siempre que se lo soliciten sus feligreses. El documento emitido por los salesianos –religiosos y laicos– dice que “rechazamos la actitud obstinada de quienes pretenden resolver el problema en forma unilateral”.

“Apoyamos los reclamos de justicia y dignidad de nuestros ciudadanos santacruceños y rechazamos los actos de violencia e intimidación a los que fueron sometidos algunos de ellos”, sigue diciendo el documento de los salesianos. “Nos preocupa la militarización existente, que nos hace recordar épocas que creíamos superadas, en lugar de recurrir a los métodos que proponen las leyes en una sociedad democrática que respeta los derechos humanos y civiles”, agrega la declaración.

Para los salesianos “resulta incomprensible que cuando a nivel nacional se muestran avances reconocidos como tales por la inmensa mayoría de la sociedad, las autoridades provinciales no parezcan dispuestas a encauzar los justos reclamos en esa misma dirección”. Pese a lo anterior “seguimos confiando en la racionalidad propositiva y la búsqueda del bien común para lograr la paz que con urgencia necesita la Provincia”, aseguran. Termina el documento pidiendo a Dios que “ilumine a los responsables de defender la paz social y los derechos de nuestro pueblo” y elevando una plegaria “a María Auxiliadora (para) que reconcilie los corazones que hoy están enfrentados”. El Gobierno nacional abrió ahora una puerta para la búsqueda de soluciones al conflicto y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, citó para el lunes a una reunión en Buenos Aires a los representantes de los gremios y del gobierno provincial en la que se podría llegar a un acuerdo para destrabar el conflicto santacruceño.