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A pesar de la derrota de Daniel Filmus, el Gobierno confió anoche a Página/12 que Cristina Kirchner será la candidata a presidente del oficialismo. El dato se escuchó en Olivos, donde Néstor Kirchner siguió la elección junto a su esposa, como también en el piso 14 del Hotel Panamericano, el búnker que medio gabinete y la fórmula K eligieron para seguir el escrutinio porteño.

En las últimas semanas, sectores del propio Gobierno habían atado la postulación de la primera dama al resultado de las elecciones de ayer. Concretamente se dijo que si Filmus no alcanzaba el 40 por ciento, Néstor Kirchner iría por su reelección.

–Este resultado no afecta en nada el proyecto de Cristina –fue la categórica frase de un alto funcionario oficial, que se recluyó anoche en la habitación 1406.

El “proyecto Cristina” se profundizará en las próximas semanas, cuando la senadora afronte un cronograma de viajes con el que se buscará instalar internacionalmente su candidatura. La hoja de ruta incluye cinco nuevos destinos: Alemania, Austria, España, Brasil y Chile.

Eso sí: nadie blanqueará en estos días la postulación de la senadora. La Casa Rosada sintió el golpe de su “domingo negro”, no sólo por la derrota ante Mauricio Macri en la Capital sino también por el triunfo del ARI en Tierra del Fuego. Por eso estudia realizar el lanzamiento de la fórmula presidencial lo más cerca de la fecha de cierre de la presentación de alianzas, el 28 de agosto, de tal manera que la coyuntura desgaste lo menos posible a la senadora.

“¿Para qué vamos a sacarla a la cancha antes? ¿Para que tenga que hablar de Santa Cruz? ¿Para que se meta en Neuquén?”, razonó en voz alta uno de los generales de la escudería K, aludiendo a provincias que recientemente tensaron la cuerda con el kirchnerismo. El funcionario podía haber agregado otro elemento de conflictividad, como la crisis energética, pero prefirió eludirlo.

Además de la candidatura de Cristina, anoche también se confirmó que en el sidecar de la senadora estará sentado el radical Julio Cobos. En las últimas horas había circulado con fuerza un rumor que asignaba a Filmus un futuro como compañero de fórmula de la primera dama. Pero anoche se ratificó que ese lugar quedará reservado para un representante de la “concertación plural”, que en el lenguaje K hoy por hoy se reduce al gobernador de Mendoza.

Cristina se tomó una foto con Filmus cuando éste logró ingresar al ballottage. Anoche la senadora no se acercó al Panamericano, aunque conversó telefónicamente con el ministro. Está convencida de haber encontrado en Filmus un referente K para la Capital. Y hasta evalúa la posibilidad de convertirlo en candidato a legislador nacional en octubre.

“Por ahí éste no era el tiempo de Filmus para la ciudad, pero el kirchnerismo viene evolucionando elección tras elección”, hizo cálculos un inquilino de la Rosada con jinetas. “En 2003, sacamos el 19 por ciento; en 2005, con Bielsa, el 20,7; el 3 de junio de 2007 sacamos el 24, y hoy (por ayer) el 40 por ciento”, agregó.

De todos modos, en la Casa Rosada admitieron que ayer se dio “la peor hipótesis”. La mejor hubiese sido, a los ojos del kirchnerismo, perder por 55 a 45. Pero la fórmula oficial ni siquiera logró –aunque por unas décimas– el 40 por ciento ambicionado.

Hubo en el piso 14, en un clásico de este gobierno, cierta irascibilidad con la cobertura de la gran mayoría de los medios, a la que consideró “congraciada” –es un textual de un funcionario– con Macri. No obstante ello, transmitieron cierto sosiego, seguros de que Cristina cosecha buena intención de votos en el distrito porteño.

“Hay gente que votó a Macri, y que en octubre vota al kirchnerismo. ¿O no vieron que, como parte de su estrategia, para no perder votos, Macri prácticamente ni nombraba a Kirchner?”, conjeturó ante dos periodistas el funcionario de la habitación 1407.

En esa línea de razonamiento, consideró que el solo hecho de que el líder del PRO asuma en la ciudad el próximo 10 de diciembre será beneficioso para el Gobierno, ya que “tomará el mando con elección perdida”. La afirmación, claro está, contempla únicamente la posibilidad de un triunfo de Cristina en la presidencial.

¿Alguna autocrítica? Pocas: “Gastamos mucha pólvora con Telerman, y Macri instaló bien el tema de la inseguridad. Pero nosotros vinimos como punto y no nos fue tan mal”, se consolaron cerca de Filmus en la despedida.