“Si los candidatos no nacionalizaron la elección, yo pido por favor que no nacionalicen el resultado”, señaló anoche Alberto Fernández. El jefe de Gabinete de Néstor Kirchner tomó distancia así de la derrota que sufrió en Tierra del Fuego el gobernador del oficialista Frente para la Victoria, Hugo Cóccaro, a manos de la candidata del ARI, Fabiana Ríos. Fernández buscó consolidar su línea argumental, asegurando que en la provincia más austral del país el kirchnerismo sigue teniendo una alta intención de votos –habló del 67 por ciento– para las presidenciales de octubre. “La verdad es que fue un resultado local más, que no impacta en lo más mínimo en lo que sucede a nivel nacional”, dijo. Curiosamente, el jefe de Gabinete consignó que Cóccaro no tenía como principal referente a Kirchner sino a un opositor interno del justicialismo, como lo es el ex mandatario Adolfo Rodríguez Saá. En cambio, el funcionario se preocupó por resaltar la figura de Ríos, a quien calificó como una dirigente “honesta”. En rigor de verdad, Fernández ofreció una de cal y otra de arena al ARI al felicitar a la gobernadora electa y simultáneamente pegarle a la referente de ese partido, Elisa Carrió. “Ríos no tiene nada que ver con Carrió. Ella no tiene el discurso confrontativo de Carrió, ni tampoco el de Macri.”