El análisis de los llamados telefónicos de los principales imputados en el caso Skanska está arrojando los primeros resultados, nada auspiciosos en principio para el ex titular del Enargas, Fulvio Madaro, que aparece en medio de la ruta del dinero. Un entrecruzamiento inicial que hizo el juzgado de Guillermo Montenegro determinó múltiples contactos (ida y vuelta) entre los teléfonos del funcionario santacruceño y los de la financiera Money Market, que manejó el cobro de cheques que pagó Skanska por gastos irreales facturados en las obras de los gasoductos Norte y Sur.

En uno de los allanamientos, el juez Montenegro secuestró la agenda de Madaro. Allí apareció un dato más que llamativo: figuraba el nombre de la sociedad de bolsa Money Market y un teléfono. Otro juez, Javier López Biscayart, ya había advertido el papel clave de esa financiera al investigar las maniobras evasoras de Skanska. Pudo reconstruir parte del camino que hizo el dinero y establecer que, a través de Money Market, se cobraron al menos 18 cheques de la firma sueca correspondientes a facturas truchas.

A medida que fue juntando evidencias, López Biscayart llegó a la convicción de que, más allá de la evasión fiscal, los comprobantes falsos se habrían utilizado para disimular sobornos. Por una decisión de la Cámara Penal Económica, que dividió la causa, Montenegro es el que tiene la tarea de descifrar el resto de la ruta que siguió la plata: en definitiva, a los bolsillos de quién fue a parar.

Cuando se hizo público que Money Market estaba presente en la agenda de Madaro, Hernán Arcioni, anotado como contacto con la firma, se presentó en tribunales con un escrito donde decía que conoció de casualidad al ex titular del Enargas en un evento de la Bolsa de Valores, intercambiaron tarjetas y nada más. Pero la pesquisa de Montenegro, según fuentes judiciales, lo desmiente: se encontraron llamados desde celulares y teléfonos de línea de Madaro al titular de la financiera y viceversa.

Con estos elementos, Montenegro citaría a Arcioni a indagatoria.

Tal como anticipó este diario, Montenegro trabaja desde hace varias semanas en el análisis de las comunicaciones telefónicas de los imputados. Venía haciéndolo en forma “artesanal”, sobre la base de los listados obtenidos. Pero anteayer resolvió pedirle apoyo a la Gendarmería, para que aplique un sistema llamado “Proyecto X”, considerado el más avanzado en la materia. Dentro de una semana habría resultados más completos.