EL PAíS › TODOS SE ARRANCAN LA ROPA POR LOS INDICES DE POBREZA
Cuando nadie se hace cargo
Como está desde hace poco, el Gobierno no tuvo inconvenientes en calificar como “brutal” la gravísima situación social que atraviesa el país y que reflejó la última medición del Indec, con más de la mitad de la población bajo la línea de pobreza. Claro que no sólo no admitió su responsabilidad sino que dijo que “trabaja incansablemente” para revertir esa situación y que recién ahora están dadas las condiciones para conseguirlo. “El Gobierno es sensible a esta realidad”, sostuvo el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof.
Sin embargo, el Indec precisó que el crecimiento de la pobreza “es el más grande de los últimos tiempos”. Y, pese a que la medición abarcó casi la mitad de la gestión duhaldista, el Gobierno casi que no aceptó culpas. Atanasof, por ejemplo, puntualizó que anteriores gobiernos “negaron estos datos y no movieron un dedo para atenuarlos”.
Desde la Rosada utilizaron diferentes argumentos para intentar demostrar los esfuerzos que vienen haciendo para revertir la crisis. Con singular optimismo, el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, consideró que la situación es “excelente” para un repunte. Evaluó que cuando asumió Duhalde la crisis era peor que en 1998 y que desde entonces “el gasto social se incrementó en un 77 por ciento”.
La responsable de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, Clarita Trabucchi, funcionaria al fin, se hizo cargo del argumento oficial. Explicó que, si bien fue impactante el aumento de pobres que reveló su trabajo, en el próximo esos guarismos podrían bajar gracias a los planes solidarios que reparte el Gobierno.
Motivada por los datos que arrojó el trabajo, la ministra de Educación, Graciela Giannettasio, anunció que reasignará partidas presupuestarias de manera de darles más recursos a los comedores escolares, ya que la encuesta denunció que el 70 por ciento de los menores de 14 años se encuentra bajo la línea de pobreza.
Por otro lado, el titular de la CTA, Víctor De Gennaro, le recomendó a Duhalde que se deje de discutir el “festival de fechas electorales”, mientras “100 pibes por día son enviados a la muerte por hambre”. El párroco de La Quiaca, Jesús Olmedo, advirtió que en su ciudad “la desnutrición supera el 50 por ciento” de la población y que lo que falta en el país es “una marcha de los hambrientos”.