“Pablo Moyano nos amenazó con que si firmábamos el despacho iba a ser ‘peor que Cromañón’” sostuvo la legisladora Florencia Polimeni, y afirmó que “tuvimos varias reuniones con los gremialistas del transporte, y aceptamos retirar del sistema de puntaje las faltas moderadas, como el mal estacionamiento”. El diputado Pablo Failde destacó que “la siniestralidad es altísima en la ciudad y es responsabilidad del Estado impedirle manejar a quien no lo hace con responsabilidad”.

“La amenaza puntual salió de la boca de Pablo Moyano –sostuvo la legisladora porteña Florencia Polimeni–. Nos dijo que, si firmábamos el despacho, nos iba a ir a buscar a nuestras casas; que iba a ser peor que Cromañón; que no sabíamos lo que estábamos haciendo y que se iban a quedar en la puerta de la Legislatura hasta que retiráramos la ley.” Otros dos legisladores presentes ayer en la reunión de la Comisión de Tránsito –solicitando que sus nombres no sean publicados– afirmaron que “hubo un increpamiento de los gremialistas a la Comisión” y que “dijeron que no se iban a ir de la Legislatura”.

Según Polimeni, “habíamos tenido varias reuniones de negociación con los gremialistas, una de ellas en la sede de UTA. El proyecto original incluía en el sistema de puntos también las faltas leves y moderadas, como el estacionamiento indebido. Nos plantearon retirarlas y así lo aceptamos”. La legisladora destacó que “el despacho se firmó en forma unánime, con representación de todos los bloques mayoritarios”. El diputado Jorge San Martino –titular de la Comisión de Tránsito– consideró “una reacción desmedida” de los gremialistas: “Nos sorprende porque estábamos dialogando desde hacía seis meses”.

El diputado porteño Pablo Failde señaló que “desde hacía tres meses tuvimos reuniones con los gremios. Cuando planteamos reducir el sistema de puntaje a las faltas graves o muy graves, como pasar un semáforo en rojo a alta velocidad, los taxistas dijeron que ‘lo iban a pensar’; los camioneros de entrada se mostraron en desacuerdo”.

“Además –sostuvo Failde–, el sistema contempla una gradualidad: cuando se comete una falta por primera vez, no hay descuento de puntos, y existe la posibilidad de reducir los descuentos concurriendo a cursos de educación vial. Pero no puede ser que los que cometen faltas graves paguen con dinero la impunidad. La siniestralidad es altísima en la ciudad de Buenos Aires, como en todo el país, y el Estado tiene la responsabilidad de no permitir que maneje quien no está a la altura de su responsabilidad”.

Polimeni subrayó que “en comparación con normativas en otros lugares del mundo, el sistema es moderado, razonable”, y consignó que el puntaje se aplica en “Francia, España, Italia y otros países; en la Argentina ya se puso en marcha en San Juan y Neuquén”.