Miguel Gutiérrez Guido Spano se acomodó el saco, inclinó su cuerpo sobre la mesa de reunión que domina la sala del estudio jurídico de los Recalde y preguntó: “¿Vos que creés? ¿Vamos a poder avanzar en algo o nada?”. Enfrente del empresario hotelero y filmando la conversación con una cámara oculta estaba Mariano Recalde, hijo del diputado y abogado de la CGT Héctor Recalde. El empresario estaba preocupado por un proyecto que propone que los ticket canasta pasen a formar parte del salario remunerativo y tributen aportes patronales. La iniciativa, presentada en marzo de este año, está siendo debatida en la Comisión de Trabajo de Diputados. Las cámaras empresariales expusieron sus puntos de vista, pero no fiarse de sus argumentos, buscaron alternativas más seductoras. El 6 de noviembre, Guido Spano visitó el estudio Recalde.

–No sé...no sé...no sé en qué consiste esto– responde el hijo de Recalde, según puede verse en las imágenes obtenidas con la cámara oculta.

Guido Spano cruza su saco sobre su abultado abdomen y se acerca al escritorio para tomar un papel. Dice algo inaudible mientras comienza a dibujar distintas propuestas para frenar el proyecto.

–Bici igual cajón, ¿no? X, pick up según el ejemplo que pusimos, igual eh...inembargable, por lo tanto queda vigente. Y tres, obligatorio. Este es el golpe para todos. En, suponete, menos de...menos de dos. Ese es el gran golpe, creo hacerme entender, ¿no? –explica el hombre de negocios.

La bici, la pick up y la tercera opción, que más adelante denominarán Mercedes Benz, son tres alternativas diferentes para el proyecto. La primera consistía en cajonearlo, la segunda en modificarlo de tal manera que nada cambie y la última apuntaba a convertir el uso de los vales en algo obligatorio para quienes cobren menos de dos mil pesos mensuales. Con esta opción el negocio del sector, que actualmente maneja unos 4 mil millones de pesos anuales, se triplicaría. El empresario incluso justificó el uso obligatorio de los ticket para quienes ganen menos de dos mil pesos mensuales, porque “hoy un tipo que gana dos lucas la pasa bastante mal”.

–¿Esta gente quién es, Accor? –pregunta Recalde.

Accor, no es otra que la empresa Accor Services, una de las dos más grandes empresas del sector. Accor, que también tiene emprendimientos en sectores hoteleros y turísticos y que emite Ticket Canasta, informa en su página web que están instalados en 140 países. El empresario, más afecto a escribir en papel, no responde a la pregunta de Recalde. Luego de que éste insista si estaba hablando de Accor Services, entonces admite: “Son esos que acabás de nombrar”.

Trece días después, el empresario vuelve al estudio Recalde. Ahora lo hace acompañado de Santiago Linch, titular de la cámara empresaria. Guido Spano propone continuar la charla en un café. Cuando el hijo del diputado pide precisiones, Guido Spano, que había ofrecido una mensualidad de 20 mil, agrega: “Del color que te guste a vos”. Linch ratifica que habla en nombre de una de las dos empresas más grande del sector. No la nombra, pero se refería a Accor Services. También dice que en la medida en que él sea el interlocutor, la otra gran empresa se sumaría y, por lo tanto, la cifra de la coima se podría duplicar. La otra empresa a la que nadie nombró es Sodexho Pass, que emite Luncheon Ticket. “Miren muchachos, yo quiero arreglar”, subraya Linch para que el tema no se diluya.