La sesión preparatoria en la que asumieron los nuevos legisladores transcurrió en forma armoniosa, hasta que llegó la hora de designar a los vicepresidentes segundo y tercero de la Cámara de Diputados. Los lugares reservados para la oposición desataron la disputa entre el radicalismo, la Coalición Cívica que lidera Elisa Carrió y el interbloque que Mauricio Macri arma con el peronismo disidente y partidos provinciales. Los tres sectores pretenden los lugares que los consagrarían, en la Cámara baja y ante la sociedad, como la principal fuerza opositora al gobierno nacional. El kirchnerismo pretende abrirse del debate que “la oposición debe resolver”, aunque muchos oficialistas comparten el criterio que dejaría ese lugar en manos de la UCR. Un tema donde los votos K serán decisivos.

El macrista Federico Pinedo se adelantó al resto de los opositores para pedir su postergación. “Nos parece conveniente esperar que asuma la totalidad de los diputados, como los de la provincia de Buenos Aires, que representan el 38 por ciento de los habitantes del país y el 15 por ciento de esta Cámara”, dijo Pinedo. Los aristas de la Coalición Cívica y los disidentes del bloque Autónomo respaldaron la moción. La UCR, a través del nuevo jefe de la bancada, el cordobés Oscar Aguad, se encargó de manifestar su malhumor por la postergación.

Los radicales ya habían entregado un pedido formal para que el oficialismo respaldara su propuesta. En el Frente para la Victoria comparten el criterio de los leales al partido de Alem: “Esos lugares están destinados a los partidos con mayor representación en la Cámara, y la UCR tiene un bloque de 27 diputados”, asentían ante Página/12.

Desde la Coalición Cívica esgrimen otros argumentos. “Fuimos la segunda fuerza en las elecciones nacionales y tendremos en el recinto un numeroso interbloque que será la principal fuerza opositora”, dicen los lilitos. En tanto, los macristas apuran la ampliación de su interbloque con el peronismo disidente.

La decisión sobre las autoridades se postergó hasta que asuman los bonaerenses. Mientras tanto, todos trabajan contrarreloj para mostrar ese día que tienen la bancada más numerosa. Aunque la disputa opositora la terminarán saldando los votos oficialistas.