El oficialismo cuenta con quórum propio (129 diputados) para sesionar y una abrumadora mayoría que debería permitirle pasar sin sobresaltos cualquier iniciativa. El FpV (120 kirchneristas puros) sumó a 8 de los 9 legisladores del Peronismo Federal. Sólo quedó afuera Luis Barrionuevo. Entre sus aliados, el kirchnerismo puede contar con los radicales de la Concertación (10) y los provinciales como el Frente Cívico de Santiago del Estero (6), el Frente Cívico y Social de Catamarca (2), el Frente de Todos de Corrientes (2) y el Renovador Salteño (2). También podría contar como aliados al cordobés Partido Nuevo (2) o varios de los bloques unipersonales como Diálogo por Buenos Aires y Guardia Peronista, entre otros. Por su lado, el interbloque de la Coalición Cívica (28) es el principal conglomerado opositor, compuesto por la CC (18, el ARI más radicales de GEN) y el Partido Socialista (10). Pero no pudo sumar a los aristas rebeldes que formaron su propio bloque, el ARI Autónomo (9). A pesar de su sangría, la UCR conserva un numeroso bloque (24 diputados). El PRO (9) mantiene un núcleo que suma a sus aliados bonaerenses de Unión PRO (2) y los demócratas mendocinos (1). Tampoco pudo conservar en ese interbloque a los legisladores del Movimiento Popular Neuquino (3), el único partido provincial en el gobierno que el oficialismo no cuenta como aliado pleno. Mientras, el peronismo disidente de los hermanos Rodríguez Saá tiene su propio bloque, Frente Unión Justicia y Libertad (9). Y el lavagnismo casi se desintegró y pasó a engrosar con un solo diputado (Jorge Sarghini) una decena de bloques unipersonales.