La familia de Julio López volvió a decir ayer que sigue confiando en su aparición, pero anoche descartaban que los restos encontrados en Magdalena hayan sido los suyos. “Según la policía, los restos datan de tres o más años de antigüedad, por lo que no serían de él, que desapareció el 17 de septiembre de 2006”, dijo Rubén López, el hijo del testigo en sintonía con las primeras informaciones que se manejaban en la causa. “Incluso están apolillados”, agregó indicando que “los investigadores prácticamente descartan la posibilidad”. Según Rubén, la “familia está tranquila” porque no se trata de los restos de López: “Aún seguimos confiando en su aparición con vida”. De esa manera, el hijo del testigo del juicio al represor Miguel Etchecolatz desmintió las fuertes versiones que durante el día indicaban que los restos eran de su padre. Mientras, la Justicia probablemente envíe parte de los informes al juzgado federal de Arnaldo Corazza a cargo de la investigación de la desaparición, para que tome nota o refuerce las medidas. Anoche, ni Corazza ni el fiscal federal Marcelo Molina –encargado de la causa por la feria judicial– manejaban una información distinta.