“Existe el riesgo de que, si se aplica en distritos aislados, la licencia por puntos fracase y, así, se desacredite una herramienta excelente”: esta preocupación plantea el ingeniero Marcelo Aiello, representante del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi), entidad sostenida por compañías aseguradoras. Según Aiello, vale la pena apostar a que el proyecto presentado esta semana por el Poder Ejecutivo nacional conduzca a una legislación que unifique los criterios para dar licencias y establezca un registro único de infractores. Ponderó también recursos como la retención de la licencia de conducir: “Dio resultado en Chile (donde la proporción de muertes por choques es menos de la mitad que en la Argentina), pero allí cuentan con una fuerza de seguridad respetada”. Entretanto, observó que “en la ciudad de Rosario se logró bajar los accidentes mediante un buen sistema de prevención y sanción, aun sin scoring”.

–La licencia por puntos es un sistema excelente pero, al aplicarse sólo en la ciudad de Buenos Aires, sin una licencia única nacional y sin un registro nacional de infractores, existe el riesgo de que fracase y de que, entonces, termine desacreditándose el sistema. Todos los días entran a la ciudad más de 1.300.000 conductores de otros distritos, sujetos a normativas más permisivas.

–Los legisladores y el Ejecutivo porteños procuran unificar el sistema con la provincia de Buenos Aires.

–Eso salvaría gran parte del problema, pero habría que lograr que provincia y Capital tengan un acta única de infracción e intercambien los datos constantemente, de modo que cuando uno quiera sacar nuevo registro en una jurisdicción “salten” las infracciones en el otro. Y que exista un criterio único: hoy el examen teórico es bastante bueno en Capital, y se prevé que el práctico va a mejorar, pero en muchos distritos de la provincia, incluso del conurbano, las exigencias son mínimas. Es difícil creer que antes de agosto, cuando entre en vigencia la ley porteña, todas las municipalidades bonaerenses van a expedir licencias con criterio unificado y todos los sistemas van a funcionar como para “cruzar” datos. En realidad, todo esto es impracticable si no es a nivel nacional. Por eso es apropiado el proyecto que el Gobierno de la Nación presentó al Congreso: hay que tener una licencia única nacional, con un criterio único de otorgamiento.

–¿Qué requisitos destaca para las autoridades de aplicación de las normas de tránsito?

–En Chile, los carabineros están autorizados para retirarle la licencia al conductor: otorgan un acta provisoria y no se discute. En casos de faltas graves, pueden retener el vehículo. Eso funciona bien, pero es cierto que los carabineros tienen una autoridad y un prestigio social que en la policía en la Argentina no tiene. Si la autoridad de aplicación es corrupta, darle más facultades es otorgarle más poder para coimear. Las herramientas funcionan cuando existe la voluntad política de llevarlas adelante, cuando las autoridades de aplicación son las adecuadas y cuentan con suficiente poder y equipamiento. La presidenta Fernández de Kirchner anunció que se incorporarán motos especialmente equipadas: eso está bien. También tiene que haber radares, alcoholímetros.

–Usted destaca la importancia de una ley nacional pero, ¿cómo ve la experiencia de los últimos años en Rosario?

–La intendencia de Rosario hizo una muy buena gestión en este sentido. Afortunadamente su última directora de tránsito, Hebe Marcogliese, es ahora subsecretaria de Seguridad Vial de la provincia de Santa Fe. La intendencia hizo mucho en educación vial: armaron un parque para chicos por donde pasan todos los alumnos de los colegios rosarinos. Hicieron campañas de concientización sobre el alcohol y yo he estado en operativos de control de alcoholemia: a los conductores que estaban en el límite no los sancionaban pero los hacían quedarse un par de horas. Ya mucha gente se acostumbró a no beber si va a manejar. Y, aunque no se trata de recaudar, las multas se pagan: hay control y hay sanción. Vemos que el scoring, aunque sea una herramienta excelente, no es lo único: en Rosario no hubo hasta ahora puntaje pero lograron bajar las infracciones y los choques.