El presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, anunció ayer el relevo de seis de sus 13 ministros que ahora tendrán las manos libres para encarar las elecciones del 2009. En un ingreso de figuras con un perfil más técnico y joven, Vázquez reemplazará al canciller uruguayo, Reinaldo Gargano, del Partido Socialista (PS), por Gonzalo Fernández, un socialista más propenso a profundizar las relaciones con Estados Unidos, según indicaron fuentes del oficialismo uruguayo consultadas por Página/12. En la cartera de Industria, el empresario y ex presidente de la Cámara de Comercio Uruguay-Estados Unidos, Jorge Lepra, será suplantado por el presidente del ente estatal de energía Ancap, Daniel Martínez, también del PS. Asimismo, el histórico dirigente tupamaro y líder del Movimiento por la Participación Popular (MPP), José Mujica, dejará el Ministerio de Ganadería y Agricultura a Ernesto Agazzi, también del MPP. Pese a los matices que marcan estos cambios, el oficialismo aseguró que no se alterará la política del gobierno.

Los cambios de gabinete que tendrán lugar el 1º de marzo ya los había definido Vázquez durante su descanso anual en la estancia presidencial de Anchorena, informó el diario uruguayo La República. Pero recién ayer el presidente de Uruguay los dio a conocer en una conferencia de prensa, tras el primer Consejo de Ministros del año. “No responden a una crisis política ni una disconformidad del presidente con los ministros salientes, se inscriben en una línea estratégica”, afirmó en referencia a los relevos.

Cuando asumió el gobierno en marzo de 2005, indicó Vázquez, la necesidad era generar un equipo de trabajo ejecutivo que pudiera sentar raíces profundas, bases sólidas y fundamento al gobierno nacional. Pero ahora surgen nuevas necesidades. “El sistema político uruguayo está ya transitando una nueva etapa electoral. En este momento debamos cambiar para que los actores políticos fundamentales que tiene el gobierno pasen a ocupar su tarea política partidaria, sin contaminar la gestión de gobierno nacional”, añadió.

En Uruguay los funcionarios no pueden incursionar en el plano político partidario, por lo que a partir del 1° de marzo, figuras de la talla de José Mujica, Reinaldo Gargano o el ministro de Vivienda, Mariano Arana –que será reemplazado por Carlos Colacce– quedarán en libertad de trabajar por el triunfo electoral del oficialismo. Lo mismo sucederá con otros ministros de perfil más bajo. La titular de Defensa, Azucena Berrutti, del PS, dejará paso al actual subsecretario de Defensa, José Bayardi, de la moderada Vertiente Artiguista, y el ministro de Cultura, Jorge Brovetto, será sustituido por María Simón.

Con las manos libres, los “cabeza de lista” –líderes de cada partido– podrán volver al Senado para aprobar las leyes pendientes, como la reforma del Estado. “Muchos son senadores”, señaló a Página/12 la senadora Lucía Topolansky, esposa de Mujica e integrante del MPP.

Aunque se haya renovado la mitad del gabinete, son varias las fuerzas que ven una continuidad. “No hay viraje político ni programático. Es un relevo apropiado para las tareas políticas”, señaló a este diario el senador Carlos Baraibar de la oficialista y moderada Asamblea Uruguay, dirigida por el actual ministro de Economía Danilo Astori. No obstante, Baraibar reconoció que el próximo canciller, Gonzalo Fernández, sería más favorable a un acercamiento con Washington. Aun así, la bancada no apoyará ningún tratado de libre comercio, reconoció Topolansky.

Para otros, el nuevo esquema no es más que un cambio de figuras con un perfil más pragmático. “Hay más técnicos que políticos. Se sigue favoreciendo el endeudamiento y el comercio exterior”, señaló Aldo Gylli, dirigente del Partido Socialista de Trabajadores, una de las pocas agrupaciones radicales de la coalición oficialista Frente Amplio.

Informe: Juan Manuel Barca.