“Nosotros fuimos condenados por ‘amiguismo’, una figura penal que no existe en el Código, salvo para el Tribunal de Dolores.” La queja, durante un reportaje que concedieron en el penal de Dolores, fue planteada por los policías Aníbal Luna y Sergio Camaratta, dos de los condenados a reclusión perpetua por el crimen del fotógrafo José Luis Cabezas. “Nos condenaron por un delito que no existe”, insistió Luna, quien aludía a la vinculación que le adjudicaron con su colega Gustavo Prellezo, considerado por la Justicia como el artífice del plan que terminó con el asesinato del reportero.

Luna también negó haber participado en una maniobra para “liberar la zona” y permitir que los autores del crimen actuaran sin trabas. “Una cosa que yo no comparto es eso de la zona liberada”, le dijo Luna a un periodista de la agencia de noticias Télam. “Primero que eso no existe como delito y además porque los comisarios de Buenos Aires tienen que estar todos presos”, dando a entender que, de existir las “zonas liberadas”, sus superiores tendrían la primera responsabilidad. “¿A qué comisario de Florencio Varela o Lomas de Zamora, por ejemplo, no le mataron una persona en su jurisdicción o le robaron un banco?”, se preguntó Luna. “Eso (la zona liberada), que es algo que no existe, lo inventó el periodismo y después lo agarró de bandera (el abogado de la familia Cabezas, Alejandro) Vecchi”.

Por el crimen de Cabezas fueron condenados el ex militar Gregorio Ríos, custodio del empresario Alfredo Yabrán, y los policías Gustavo Prellezo, Alberto Gómez, Aníbal Luna y Sergio Camaratta, además de los civiles José Luis Auge, Sergio González, Horacio Braga y Héctor Retana. Hoy sólo siguen en la cárcel Prellezo y Gómez, mientras que Retana falleció allí y Ríos está con el régimen de libertad domiciliaria. Camaratta vive en una hermosa y amplia casa de Valeria del Mar, donde también tiene su vivienda el comisario Gómez, quien ya cuenta con salidas transitorias que le permiten visitar a su familia.

De Luna se había dicho que estaba trabajando como chofer de un micro de transporte escolar. También se sabe que, aunque vive en Ostende, se está construyendo una casa en General Madariaga. Una investigación realizada por la revista Noticias reveló que tiene un buen pasar económico. Además de la casa, es dueño de una camioneta 4x4 y un cuatriciclo. La liberación de Luna provocó la reacción de María Cristina Robledo, la viuda de José Luis Cabezas. “Siento bronca e impotencia... Mi marido lleva más de diez años muerto y todavía no se hace justicia”. La mujer, que vive en España, concluyó: “Ese no es mi país y no quiero que mi hija vuelva a ese país”.