ESPECTáCULOS › “XXX”, DE ROB COHEN, CON LA NUEVA ESTRELLA VIN DIESEL

El James Bond del Siglo XXI

El film no oculta en ningún momento su intención de replicar las lpelículas de 007, pero con un héroe tatuado, amante de Internet, el peligro y los juegos extremos. El resultado convence a medias.

Por Martín Pérez
@Una calle vacía en una ciudad extranjera, y un hombre de smoking que hace resonar sus mocasines sobre el antiguo empedrado. No está solo sino que persigue arma en mano a un personaje del que terminará consiguiendo lo que quiere. Aunque el bandido tiene cómplices, muchos y muy bien armados. Por eso es que el hombre de smoking decide escapar. Aunque su ruta de escape no lo conduce a ninguna recepción de embajadores digna de Praga sino que desemboca en un concierto del metal más duro, en donde su smoking y su moño sirven de blanco ideal para reconocerlo entre la gente. Cuando el tirador en cuestión acierta su disparo, el hombre de smoking había alcanzado el escenario en su huida. Y cuando su cuerpo sin vida cae sobre el público, éstos lo sostienen en el aire, creyendo que se ha tirado del escenario, haciendo stagediving. No hay pánico, sólo aún más excitación. Ese es el mensaje que deja en claro un film como XXX desde su prólogo: el mundo de los James Bond se ha terminado, ya es hora de inventar un nuevo agente secreto. Al menos uno que pueda mezclarse entre el público de un recital de Rammstein sin ser descubierto.
Copia descarada de las películas de 007, una especie de versión dos del mismo programa en un negocio que está pidiendo a gritos que reanuden la máquina, el nuevo film del tándem Rob Cohen-Vin Diesel –al que el crítico del New York Times ha llamado los Kurosawa-Mifune de la generación de la gaseosa Mountain Dew– presenta un agente secreto, pero tatuado. Su premisa básica es que los videojuegos, los skates y cualquier cosa “lo suficientemente rápida como para hacer algo estúpido” –según afirma el personaje de Vin Diesel en XXX– son necesarios para luchar contra los enemigos del sistema. Por decirlo de alguna manera, claro está. Después de todo, es el mismo Vin Diesel el que afirma, antes de embarcarse en esa misión que decide aceptar, que “si quieren enviar alguien para salvar al mundo, asegúrense que le guste tal como está”. Porque a Xender Cage, el nuevo “Bond, James Bond” en cuestión, parece no gustarle demasiado.
Capaz de robarle el Corvette a un senador que está en contra del rap, los skates y los videojuegos sólo para destrozarlo al hacerlo caer de un puente y filmar la proeza para su site de Internet, Xender Cage es una estrella underground. Lista para caer en la sartén de Augustus Gibbons (interpretado muy cómodamente por Samuel L. Jackson), un agente del gobierno dedicado a buscar “lo mejor del fondo del barril”. Gente como Cage, más precisamente. Luego de unas pruebas algo extremas que lo consagran como lo que es –lo mejor del fondo del barril, digamos–, Cage obtiene su primera misión (sí, ya se está filmando la segunda XXX), que consiste en viajar a Praga para descubrir lo que el hombre del smoking no pudo: saber qué está tramando una organización llamada Anarquía 99, integrada por tatuados musculosos y concaras de chicos malos. Una banda donde alguien como Cage puede pasar inadvertido.
Justo en la era de los efectos especiales digitales, Rob Cohen es un director especializado en las escenas de acción más complicadas. Un detalle que es el eje de XXX, un film que tiene tantas explosiones y choques que los créditos finales aseguran que Vin Diesel tuvo dos dobles, más tres dobles en dos ruedas y cuatro en snowboard. Su film también duplica sin ruborizarse el modelo Bond original, al punto que el personaje de Samuel L. Jackson hace las veces de M, y Cage incluso tiene su propio Q, un muchacho entusiasta que lo provee de armas. Pero lo que no parece encontrar por ningún lado XXX es un alma que, desde hace tiempo, se le está escapando incluso a las películas de James Bond. Suerte de Schwarzenegger tratando de encontrar a “la espía que lo amó”, Vin Diesel hace muy bien su trabajo durante las excesivas dos horas que dura este entretenimiento protagonizado por tanta testosterona que a veces ni siquiera hacen falta las chicas..



Estados Unidos, 2002.
Dirección: Rob Cohen.
Guión: Rich Wilkes.
Fotografía: Dean Semler.
Edición: Chris Lebenzon, Joel Negron y Paul Rubell.
Música: Randy Edelman.
Intérpretes: Vin Diesel, Asia Argento, Marton Csokas, Samuel L. Jackson, Michael Roof, Petr Jakl, Joe Buccaro, Tom Everett, Thomas Ian Griffith, Richy Muller, Leila Arcieri, William Hope, Chris Gann, Ted Maynard y otros.
Estreno de ayer en los cines Monumental, Atlas Lavalle, Hoyts Abasto, Cinemark, Paseo Alcorta, Village Recoleta, Belgrano y otros.

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Vin Diesel, un gigante tatuado que puede infiltrarse sin problema en una banda de anarquistas modernos.
 
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