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Es curioso cómo se dan las cosas: Buenos Aires había tenido su “Día D” hace diez años, pero sólo pudo materializarlo después del 11 de septiembre de 2001; cuando se conoció el “11-S”. Después del atentado a las torres gemelas, vino la voladura de los trenes en Madrid, con su consiguiente “11-M”. Diez años después, el cine intentará imponer una nueva fecha sobre el recuerdo del horror en el atentado a la AMIA: 18-J. Son diez directores, a beneficio de diez instituciones, diez años después del atentado: desde Daniel Burman, Lucía Cedrón, Adrián Caetano, Alejandro Doria, Alberto Lecchi, Marcelo Schapces hasta Carlos Sorín, Juan Bautista Stagnaro, Adrián Suar y Mauricio Wainrot. Comenzarán a rodar 18-J en unos días, en homenaje a las víctimas del atentado a la AMIA perpetrado el 18 de julio de 1994, cuando una bomba dejó 85 víctimas fatales.
La tensión en el Once sigue presente, a pesar de los 10 años que pasaron. Hay custodias policiales, los vecinos conviven con las placas recordatorias de los asesinados y la Justicia, también, tiene otra gran deuda pendiente con la historia de este país. Habrá que ver cómo se las arreglan los directores, de diversos criterios, credos, tendencias, géneros y estilos para encauzar una idea más abocada a explicar los efectos que las causas. Cada uno definirá una propuesta argumental con libertad temática y estilística.
Que el cine se acuerde del horror no es novedad. Lo que parece novedoso es que tantos directores estén interesados en contar esta historia, mientras que los archivos audiovisuales parecen haber desaparecido de los canales de aire; y sus respectivos noticieros. Burman (El abrazo partido) de BD Cine contará la vida cotidiana en el Once y la historia de un niño que nació el día del atentado. Caetano (Un oso rojo) filmará el momento previo a la explosión: el espanto quedará reflejado en 10 minutos, que parecen detenerse arbitrariamente en el viento, el fuego, la tierra y los escombros, con producción de la Untref. Cedrón (del corto En ausencia) contará con producción de Cinetauro la historia de Jaco y Marga, que viven en el barrio de Once: judíos que huyeron de la Europa antisemita y envían a su hija a Israel en 1976. Doria se planta en el presente: la protagonista plantea su testimonio frente a un juez imaginario. Se explaya sobre la impunidad de los autores del atentado. La producción es de Patagonik. Lecchi se alejó de Buenos Aires: va hasta la quebrada de Humahuaca. Allí, una mujer se entera de la bomba en el Once, donde habita su hijo mayor, quien viajó a Buenos Aires en busca de trabajo. Una tensa espera que enfrenta a ese pueblo de Humahuaca.
Schapces –con Kaos– se mete en Once durante la mañana del atentado y cuenta la historia de una familia que discute sobre la decisión de Ezequiel de no hacer su bar mitzva. Sorín (Historias mínimas) con producción de El Puente mostrará las víctimas desde sus fotos familiares. Stagnaro, de Aleph Media, pone la mirada sobre el Mundial de Fútbol que unos días antes había ganado Brasil en Estados Unidos. Aunque la historia es otra: un estudiante debe rendir un examen de literatura. Suar, gerente de Canal 13 (“yo soy un chico judío”, comentó en la presentación realizada la semana pasada en el complejo La Plaza), contará con soporte de Pol-ka la ceremonia de una circuncisión a la que el padrino –que trabaja en la AMIA– no llegará nunca. Será el debut de Suar como cineasta. Y Wainrot tendrá un personaje central desgarrado por el dolor de las pérdidas.
Con una lógica opuesta al cine, el film no se rodó, pero ya tiene fecha de estreno (el 18 de julio se verá en el cine Gran Rex), 18-J estará en agosto en salas e iniciará su recorrido internacional. No es la primera vez que una tragedia llega de este modo al cine. Sobre el atentado a las torres se hizo 11-09-01, con Shohei Imamura, Claude Lelouch, Samira Makhmalbaf, Ken Loach y Sean Penn, entre otros. Steven Spielberg, con laShoah Foundation, juntó el año pasado a cinco grandes directores para trabajar relatos del Holocausto en Broken silence, donde participaban, entre otros, el polaco Andrzej Wajda y el argentino Luis Puenzo. De Madrid, todavía no hay noticias. Pero es cuestión de esperar.