ESPECTáCULOS › “SUITS AND SAVAGES”, DOCUMENTAL SOBRE EL BANCO MUNDIAL
La ecología del capitalismo
Por Mariano Blejman
El documental Suits and Savages (“Trajes y salvajes”) muestra la historia de una tribu de la India que se resiste a ser desplazada de su tierra, por un proyecto “ecológico” del Banco Mundial. “El Banco Mundial hace exactamente lo contrario que dice hacer. Y no se trata de una equivocación: es su modus operandi para desarrollar las políticas económicas de Estados Unidos”, explican Dylan Howitt y Zoe Yung, de Conscious Cinema, a Página/12. Ambos ingleses están en Buenos Aires para presentar en el festival este trabajo, que se verá hoy en el Centro Cultural de la U (Serrano 1139), a las 14, en el rubro “Globalización”. “Quisimos mostrar lo que sucede a nivel local. Luego a nivel nacional, para llegar a las oficinas en Washington del Banco Mundial”, dice Howitt.
Viajando por Nueva Delhi, los realizadores se toparon con un congreso del GEF (Global Environment Facility), que es un departamento del Banco Mundial que maneja 2500 millones de dólares cada cuatro años para realizar supuestas ayudas ecológicas, en todo el mundo. El Banco Mundial estaba presionando allí para sacar a los pobladores de Nagarhole, en el sur de la India, con la idea de hacer un parque nacional. La excusa era que había peligro de extinción de los tigres de Bengala que habitan la zona. Y prometían, a cambio para la tribu, el acceso al mundo moderno. Sin embargo, los indios no querían dejar su tierra, donde conviven con los tigres desde hace más de 5000 años. “No queremos perder nuestra libertad”, les dijeron a las cámaras de Conscious Cinema. La ayuda nunca llegó para ellos, sino para la creación del parque. Y en cambio fueron reprimidos por la policía local para que se fueran.
El proyecto real del Banco Mundial, según Howitt, era “convertir al lugar en parque para que ingresen turistas internacionales, generadores de divisas”. Los realizadores llevaron entonces una carta “filmada” desde India hasta Washington para mostrarle a un directivo del Banco Mundial lo que pensaban verdaderamente los pobladores. “No queremos irnos”, decían los indios. “Al ver el documental, el funcionario del Banco Mundial se emocionó. Ese fue el único momento de humanidad que pudimos encontrar en sus representantes”, dice Yung. “El Banco dice gastar plata en ayuda global ecológica, pero envuelto en su propia retórica termina realizando las políticas económicas de Estados Unidos”, aporta Howitt.
Yung y Howitt ya habían viajado por Brasil para contar la historia audiovisual del Movimiento Sin Tierra, y en Inglaterra trabajaron con la cara más triste de la inmigración: palestinos, indios y filipinos que deambulan por las calles en busca de una mejor vida. Este año, ambos llegaron al IV Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires. Vieron lo que sucedía en este país y se quedaron a filmar durante dos meses, sobre los hechos de diciembre pasado en Argentina. Ahora tienen un video de 16 minutos denominado Voces Argentinas. “Somos videoactivistas: creemos que los documentales deben dar visibilidad a lo que está sucediendo, y enfatizar a nivel humano lo que está pasando por culpa de estos organismos internacionales”, cierra Howitt.