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Hector Olivera.
En 1951, cuando apareció Cahiers du Cinéma, yo tenía 22 años y tuve posibilidad de tener una acercamiento a la publicación a través de Fernando Ayala. La revista influyó mucho en la nouvelle vague y también en la generación del 60 del cine argentino. En cambio, no llegó a influir en mí porque no tenía entonces una carrera de director cinematográfico. Yo empecé en 1967 y no estuve encuadrado en la generación del 60 que es donde alcanzó su apogeo. Hace poco tuve tiempo de ver un documental sobre la revista dirigido por Edgardo Cozarinsky y me pareció formidable porque está muy bien hecho.

Marcelo Piñeyro .
Me acerqué por primera vez a Cahiers...cuando estudiaba cine ya que había varios números en la biblioteca. En los 70 ya era mítica, y directores como Godard y Truffaut eran totalmente indiscutidos. En esa época también vi las películas más emblemáticas de la nouvelle vague. Si bien eran films que a esa altura tenían bastantes años, conservaban una marca de modernidad, de urgencia, de una sensación de relación con otro tipo de cine. Cahiers es una de las revistas que más influencia tuvo en la historia del cine. Posiblemente la que le dio entidad intelectual a la crítica y a la reflexión estética. También creo que, a partir de sus miradas o puntos de vista, se generaron algunos malos entendidos.

Andres Di Tella .
Cahiers es como una leyenda. En una época era divertido leer e imaginar las películas de las que hablaba porque la mayoría no llegaba aquí. Era un ejercicio formidable imaginar esos films y, a veces, hasta podría llegar a ser más interesante leer la revista que ver algunos de los films que comentaba. En cambio, no me parecían tan interesantes las críticas sino el recorte o los descubrimientos que hacían: el cine de Hong Kong o directores de serie B de Hollywood. Lo más interesante de la revista es que se mete mucho con la producción y la realización y, de repente, uno se puede encontrar con una larga entrevista de veinte páginas a un director.