Jueves, 10 de abril de 2008 | Hoy
SOCIEDAD › EL SMS ENVIADO POR LA BAILARINA COMPROMETE AUN MAS AL DUEÑO DE PINAR DE ROCHA
“Daniel me quiere matar”, escribió la bailarina en su celular. Daniel es Bellini, dueño de Pinar de Rocha, detenido e imputado por la muerte de su mujer. Los investigadores dicen que el crimen estaría relacionado con una presunta infidelidad.
Un mensaje de texto compromete aún más al dueño de la disco Pinar de Rocha, Daniel Bellini, detenido por la muerte de su mujer. “Daniel me quiere matar”, decía el SMS enviado por la bailarina Morena Pearson, momentos antes de morir, según trascendió ayer en la Fiscalía de Morón. Así, ese mensaje se convirtió en una prueba clave en la que el fiscal de la causa sostiene la imputación contra el propietario de la disco de Ramos Mejía como autor del crimen de la bailarina y stripper. El mensaje estaría relacionado a una presunta infidelidad o a celos. Según fuentes de la investigación, hay al menos diez páginas impresas con SMS.
Ayer Bellini se negó a ampliar su declaración, luego de que el fiscal Matías Rappazzo le mostrara algunas pruebas que lo incriminan más en la hipótesis del homicidio. El mensaje de texto es la más comprometedora. Además, el fiscal recaratuló la causa contra Bellini, de tenencia ilegal de arma a portación ilegal de arma de guerra. Según declaración testimonial, Morena se había suicidado después de una discusión.
A pesar que el dueño de la disco de Ramos Mejía había expresado en su primera indagatoria que la pistola calibre 9 milímetros encontrada al lado de su pareja baleada era propiedad de su tía, el fiscal determinó por dos testigos y por un allanamiento realizado en Pinar de Rocha que el arma fue comprada por Bellini. El viernes último, el fiscal allanó la discoteca y encontró documentos y seis balas del arma, con lo que tiene acreditado que Bellini mintió y que él disponía de esa pistola con mira láser.
Bellini fue detenido el sábado 15 de marzo y trasladado a la comisaría 5ª de Villa Sarmiento, en Morón, luego de denunciar que su pareja, Morena Pearson, había recibido un disparo en la cabeza. Morena, con quien Bellini tuvo una hija, fue internada en el hospital de Haedo, donde murió en la madrugada de ese sábado. De inmediato, los investigadores sospecharon de él y ordenaron su detención. La versión del empresario fue diametralmente opuesta a las hipótesis.
Todo comenzó el jueves 14 por la noche. Pearson, de 23 años, y Bellini, de 58 años, abandonaron la disco Pinar de Rocha, ubicada en Rivadavia al 14.700. Se marcharon a la casa, en Brasil y Rivadavia, a unas quince cuadras de la disco, donde vivían la pareja y su hija, siempre según la versión del detenido. Allí discutieron airadamente. Bellini dijo que luego regresó al boliche y a los veinte minutos volvió a su casa y encontró a Morena tirada en el vestidor de su habitación sobre un charco de sangre, con el brazo derecho extendido y una pistola en la mano.
La joven fue trasladada al hospital de Haedo, donde quedó internada en grave estado hasta que a la noche falleció. El cuerpo aparecía con varios moretones. En la defensa de Bellini los habían explicado como consecuencia de la actividad profesional de la mujer, dedicada a bailar en el escenario. Según la versión Bellini, Morena “tenía motivos para suicidarse”, porque estaba “depresiva” y “era bulímica”.
En base a las tomografías del cráneo de la víctima y del testimonio de los médicos, el fiscal Rappazzo determinó que el disparo mortal fue de derecha a izquierda y no de izquierda a derecha, como reveló el preinforme de los forenses que revisaron el cuerpo. Esta trayectoria –entró por la nuca del lado derecho y salió por el cráneo de la izquierda– respalda la hipótesis del suicidio de la bailarina. Sin embargo, el fiscal no descarta la posibilidad de que se haya tratado de un asesinato. El SMS premonitorio contribuye a su lectura de los hechos.
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