Sábado, 24 de mayo de 2008 | Hoy
SOCIEDAD › CONCEDIERON EL ARRESTO DOMICILIARIO A RICARDO BARREDA
La Cámara Penal de La Plata le otorgó la prisión domiciliaria al odontólogo tras el dictamen favorable de un equipo psicológico. Anoche fue trasladado a su nuevo hogar en el barrio de Belgrano, donde vivirá con su novia, Berta André.
Por Pedro Lipcovich
Bajo condiciones azarosas, como siempre, e inquietantes como nunca, Ricardo Barreda encara desde hoy una nueva oportunidad de vivir en pareja. Ayer le fue otorgado el beneficio de la prisión domiciliaria, y anoche fue trasladado al departamento de Belgrano donde vivirá con Berta André, su actual pareja. Barreda, odontólogo, cumple reclusión perpetua por haber matado a tiros a su esposa, sus dos hijas y su suegra, en 1992. Los jueces de la Cámara Penal de La Plata le otorgaron la prisión domiciliaria tomando en cuenta el dictamen de un equipo psicológico, que no halló razones para negar el derecho que concierne a los detenidos mayores de 70 años. Página/12, en diálogo con terapeutas de pareja, indagó bajo qué coordenadas se darán los azares de esta nueva situación y se acercó a las razones de la inquietud que suscita.
Ayer a las 16.30, vestido con jeans y una campera azul, el odontólogo Ricardo Barreda, acompañado por su abogado Eduardo Gutiérrez, compareció ante la subdirectora de la cárcel de Gorina, en las afueras de La Plata, donde estaba detenido, a fin de notificarse: la Sala 1 de la Cámara Penal de La Plata –integrada por Pedro Luis Soria, María Silvia Oyhamburu y Ricardo Szelagowski– le había otorgado el beneficio del arresto domiciliario.
La resolución advierte que “el Patronato de Liberados otorgará la supervisión necesaria y brindará, a través de sus profesionales psicólogos, la asistencia que fuera sugerida”. Estos profesionales deberán enviar a la Cámara informes mensuales sobre el estado del detenido.
La decisión de la Cámara responde a su vez a una resolución que tomó en mayo la Sala I del Tribunal de Casación, integrada por Benjamín Sal Llargués, Horacio Piombo y Carlos Natiello. Había informes favorables del Servicio Penitenciario Bonaerense sobre la conducta de Barreda en el penal y un dictamen socioambiental favorable sobre el lugar donde cumplirá su arresto domiciliario. De todos modos, la medida que beneficia al odontólogo está apelada por Carlos Altuve, fiscal de Casación, ante la Suprema Corte provincial.
En cuanto al estado mental del detenido, anteayer la Cámara se reunió con las psicólogas que habían examinado el caso: “Las profesionales fueron claras al sostener que, con un seguimiento y contención adecuados, Barreda puede dejar el penal y continuar con asistencia psicológica donde fije domicilio”, contó una fuente judicial. El juez Soria destacó que “Barreda recibirá un tratamiento psicológico adecuado y va a estar acompañado de una persona encargada de su custodia y cuidado”.
El 15 de noviembre de 1992, Barreda había asesinado a escopetazos a su esposa Gladys Mac Donald, de 57 años; a su suegra Elena Arreche, de 86, y a sus hijas Adriana, de 24, y Cecilia, de 26, en su casa de La Plata. Luego de hacerlo, tiró la escopeta y llamó a la policía. En 1995, en el juicio oral, declaró que “si las circunstancias se volvieran a dar, actuaría de la misma manera: no podía haberlo evitado, estaba bajo un cuadro de degradación y humillación”. La condena a reclusión perpetua, en agosto de ese año, contó con los votos de los jueces Eduardo Hortel y Luis Soria; la jueza María Clelia Rosentock lo consideró inimputable por enfermedad mental.
Ayer, luego de notificarse, Barreda volvió al pabellón a juntar sus cosas y a despedirse de quienes fueron sus compañeros de encierro. Se anunció su traslado para hoy al departamento de la calle Vidal al 2300, donde vivirá con Berta André; los integrantes de la pareja se conocieron en la cárcel, a donde ella concurría para visitar a un familiar.
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