“Negro, ya diste una vuelta, dame la llave”, dice enfurecido uno de los dos jóvenes ladrones. El chofer le respondió que “no” la tenía. De pronto, “uno me toma del cuello, forcejeo, yo estiro la mano para agarrarme de un caño y siento un golpe”, relató (aún conmocionado) Alfredo Goytía, el colectivero que sufrió la amputación de dos dedos de su mano diestra durante un robo. “No vi con qué –agregó–, porque estaba con el cuello doblado.” El hecho ocurrió en la localidad bonaerense de Avellaneda, mientras el chofer de 42 años del interno 281 de la línea 271 realizaba el recorrido Avellaneda-Lomas de Zamora. Tras amputarle los dedos, los ladrones huyeron con una campera de la empresa, un celular y las zapatillas del chofer. Herido se envolvió la mano con un trapo y manejó hasta que encontró a un inspector de la empresa que lo llevó hasta el Hospital Fiorito. Después fue derivado a la Clínica Espora, de Adrogué, de la Unión Tranviarios Automotor (UTA). “Se miraba la mano y lloraba porque tenía tres dedos en la mano y los otros no se veían”, describió un compañero de la 271. La policía detuvo en la madrugada de ayer a los dos supuestos ladrones amputadores de dedos en el Parque Industrial de Lanús mientras asaltaban un ómnibus de la misma línea.