Un incendio, que comenzó a media tarde de ayer, en una fábrica de solventes de la localidad de Ituzaingó, provocó una explosión terrible seguida de otras menores y era combatido por veinte dotaciones de bomberos. Pese a las escenas dramáticas que podían registrar los vecinos, sólo dos bomberos resultaron víctimas del humo, con asfixia y algunas quemaduras. Los dos bomberos debieron ser hospitalizados. Los hombres están fuera de peligro. La fábrica quedó completamente destruida. Los vecinos de los alrededores debieron huir de sus casas.

Los investigadores continúan recolectando información sobre las causas que dieron origen al incendio, que comenzó a media tarde de ayer, alrededor de las 16.30, en una fábrica de solventes localizada en Matreros, entre Lisandro de la Torre y Paul Harris, en las inmediaciones de la Autopista del Oeste. Hasta el momento, se sabe por boca de vecinos y versiones de los mismos empleados de la fábrica que todo habría empezado con una fuerte explosión, a la que siguieron otras menores, aparentemente provocadas por la combustión de químicos y solventes.

“Una explosión terrible”, aseguró haber escuchado Marcelo, un vecino de la zona, desde su vivienda, localizada a dos cuadras de la fábrica. Su versión fue una de las que alimentaron la hipótesis que manejan los bomberos, ya que además sostuvo que hubo estallidos de menor intensidad y dijo que observó “llamas de 30 o 40 metros de alto”.

Por su parte, Alberto, otro de los vecinos que ofrecieron declaraciones a los medios, opinó que la situación “fue una locura, las explosiones duraron casi una hora. Esta zona es un peligro, está catalogada como residencial y hay un montón de fábricas de este tipo”. Además, aclaró que desde que vive en el barrio –hace 25 años– nunca supo a qué se dedicaba la fábrica incendiada: “Me di cuenta cuando empecé a ver aerosoles que volaban”, describió.

Las llamas alcanzaron varios metros de altura y el humo negro y tóxico se expandía hacia arriba, razón por la que no afectó a los vecinos, que decidieron autoevacuarse al oír la seguidilla de explosiones. En tanto, la densa humareda negra tampoco afectó la visibilidad en la autopista del Oeste.

No obstante la peligrosidad del hecho, no hubo más heridos que los dos bomberos voluntarios de Ituzaingó. Uno de ellos fue trasladado al hospital de Morón con síntomas de principio de asfixia, mientras que el otro, con quemaduras, se encuentra internado en el Instituto del Quemado de Buenos Aires. Ambos se encuentran fuera de peligro. Los empleados de la planta fueron alertados con el tiempo suficiente como para abandonar sus puestos.

En las tareas de extinción, que se extendieron hasta pasadas las 19, participaron entre 15 y 20 dotaciones de bomberos, que acudieron desde los partidos vecinos de Merlo, Morón y Hurlingham, entre otros.