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Pese a que las colas frente a las embajadas de países como España e Italia, y otras algo más exóticas, siguen en pie, la avalancha de argentinos que viajan al exterior comienza a desacelerarse. Según las cifras recogidas por la Secretaría de Turismo de la Nación y el Indec, hubo una fuerte caída en el número de nativos que van al exterior con respecto al año pasado. Por otro lado, crece la llegada de turistas a la Argentina.
Tras un fuerte pico registrado en enero, la salida de argentinos al exterior comenzó a descender en forma acelerada. Según datos de la Secretaría de Turismo de la Nación, comandada por Daniel Scioli, en el tercer trimestre de 2002 la caída con respecto al año pasado fue de 43,4 por ciento. Entre las causas que pueden explicar este fenómeno está, sin dudas, la devaluación, que impulsó a que mucha gente decidiera pasar sus vacaciones en la Argentina, en reemplazo de los destinos turísticos que caracterizaron la década del noventa, como las playas de Brasil, de Uruguay, las atracciones de Miami y Europa.
Por otro lado, el incremento del turismo extranjero en el tercer trimestre fue del 28 por ciento respecto del mismo período de 2001, lo que confirma una tendencia que se venía registrando en los meses anteriores. Chile fue uno de los casos más excepcionales. De julio a setiembre llegaron 220 mil trasandinos para disfrutar de las pistas de esquí cordilleranas y los bajos precios relativos, con respecto a su moneda, de los productos argentinos. Esta cifra representa un aumento de un 97,9 por ciento con respecto al mismo período del año pasado.
La proyección de estos datos para todo el año permiten confirmar que el 2002 será récord de visitantes en la historia local. “Estos números nos alientan a seguir trabajando pensando ya en un 2003 que promete ser mejor aún y que comenzará con una temporada de verano espectacular”, afirmó Daniel Scioli.