La pasajera “estaba fuera de control”: había empezado “molestando” a sus compañeros de vuelo a Miami, pero la situación terminó de desmadrarse cuando inició “un ataque” en la parte trasera del avión, donde intentó dar besos a cuantas personas halló alrededor. El avión de Lan había despegado de Ezeiza poco después de las 10 de la noche del miércoles, y ya llevaba tres horas en su ruta a Miami cuando el piloto, ante la declaración de las azafatas de que la pasajera estaba incontrolable y el único médico a bordo no contaba con los elementos para calmarla, decidió regresar al punto de partida. De acuerdo con uno de los 260 pasajeros damnificados, los problemas no habían comenzado en al aire: “La dejaron subir en un estado deplorable y le seguían dando whisky”. En la versión oficial de la compañía, el avión debió regresar porque la mujer, de unos 40 años, se había descompuesto y precisaba atención médica en tierra. Algunos de sus compañeros insinuaron que había mezclado el alcohol con medicamentos.