Tanto en la ciudad como en la provincia de Buenos Aires, donde más contagios de gripe A se registraron desde el inicio del brote, se ha detectado un descenso en las consultas y en las internaciones por esa enfermedad, confirmaron ayer las autoridades de esos distritos. Sin embargo, sigue creciendo el número de víctimas fatales: ya son 82 las personas fallecidas a las que se les confirmó como causa la gripe A, de acuerdo con el último informe del Ministerio de Salud, 47 fallecimientos se registraron en la provincia de Buenos Aires, 22 en Santa Fe, 7 en Capital Federal, dos en Misiones y uno en San Juan, Entre Ríos, Río Negro y Catamarca, respectivamente. Según las cifras oficiales, el 48,1 por ciento de los infectados tienen entre 1 y 19 años, mientras que el 12,6 por ciento se encuentran en una franja etaria que va de los 20 a los 39 años. El informe precisa que sobre un total de 2677 casos confirmados por laboratorio.

El gobernador Daniel Scioli atribuyó la reducción de consultas e internaciones “a las acciones que se están llevando adelante en materia de prevención”. Su ministro de Salud, Claudio Zin, le puso números a la aparente mejoría: “Las consultas disminuyeron entre un 30 y un 40 por ciento y las internaciones, entre un 20 y un 25 por ciento”, aseguró.

En la localidad bonaerense de Ensenada, Scioli se reunió ayer con los directores de los 77 hospitales públicos de la provincia para analizar la evolución de la gripe A. “Todo indica que se han reducido considerablemente las consultas y las internaciones por la gripe A, por lo que seguramente las acciones que se están llevando adelante en materia de prevención están empezando a dar resultados”, sostuvo. “Hay camas críticas disponibles, lo que demuestra que las acciones que se están llevando adelante están bien dirigidas”.

En el encuentro estuvo presente Luis Sandoval, médico neumonólogo mexicano enviado como consultor por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), quien manifestó que las medidas adoptadas en Argentina contra la enfermedad “son las mismas que se tomaron en México” y consideró que “al principio pueden ser muy impopulares, porque a nadie le cae en gracia cerrar el negocio”.

Para aprovechar el feriado y el asueto sanitario dispuesto para hoy, el gobierno de la provincia dispuso la realización de tareas de de-sinfección en oficinas públicas, con el fin de evitar contagios. También lanzó una convocatoria a enfermeros y auxiliares de enfermería, en el marco de la emergencia sanitaria, para que se incorporen como becarios por 90 días en hospitales públicos. La convocatoria fue publicada en los diarios de ayer.

El asueto sanitario decretado por el gobierno nacional, el bonaerense y los de algunas provincias convirtieron al 9 de Julio en el inicio de un fin de semana largo que, sin embargo, no se reflejó del todo en la actividad turística (ver aparte). También fue reducido el festejo del Día de la Independencia: los actos, en general, fueron protocolares y no hubo participación de escolares, como otros años. El frío, por un lado, y la suspensión de actividades teatrales, por otro, contribuyeron a vaciar las calles porteñas: la mayoría de la gente se quedó en su casa. Algo parecido ocurrirá hoy, aunque para los empleados del gobierno porteño no rige el asueto. Tampoco hay actividad bancaria ni bursátil, hasta el lunes.

En la ciudad, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, defendió su decisión de no aplicar el asueto sanitario y destacó que “estamos mejor que hace una semana: en los hospitales está bajando el nivel de demanda y consulta”. Como ejemplo puso el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, donde “bajaron de 600 a 150 el nivel de consulta”.

En cambio, los contagios crecen en la provincia de Santa Fe, donde la viceministra de Salud, Débora Ferrandini, sostuvo hoy que los casos “casi se han duplicado desde el sábado pasado”, de forma tal que ahora son más de 18 mil, aunque continúan siendo 22 los fallecidos.