Domingo, 25 de octubre de 2009 | Hoy
SOCIEDAD › MICROSOFT, LA NUEVA APUESTA DE WINDOWS 7 Y SUS BATALLAS PENDIENTES
Microsoft es un gigante que busca abrirse camino en otros negocios. Steve Ballmer tiene el difícil reto de redirigir la empresa hacia Internet exprimiendo los dos productos de los que vive: Windows y Office.
Por Javier Martín *
Microsoft empezó a vender en todo el mundo Windows 7, el nuevo sistema operativo llamado a sustituir en las PC al infausto Vista (ahora se reconoce abiertamente lo malo que es) y al exitoso XP, que encontró una segunda juventud con los portátiles baratos. Aunque este sistema tendrá el soporte de Microsoft hasta 2014, algunas aplicaciones de terceros lo dejarán de tener en 2012, lo que obligará a las empresas –que en su mayoría no migraron de XP a Vista– a cambiarse al 7, con el consiguiente gasto (Gartner llegó a cifrar en 900 euros el gasto por puesto de saltar de XP a W7). Con todo, Steve Ballmer, el heredero de Bill Gates, maneja otro estudio de Gartner sobre W7 que evalúa ahorros anuales entre 25 y 98 dólares por puesto según las áreas. El impacto de la aparición de un sistema operativo de Microsoft es también un acontecimiento para la industria de las computadoras por la posible revitalización del mercado, aunque en esta ocasión ni el mismo Ballmer espera un gran repunte. También es un buen hito para repasar la encrucijada en la que se encuentra Microsoft, dominador en el software personal, pero que en Internet no tiene el mismo protagonismo.
Microsoft cerró el año de la crisis mundial con 13.000 millones de euros de beneficios. Los programas de software Office y Windows le dieron unos 14.000 millones de beneficios. Por el contrario, en el área de los servicios en línea perdió dinero. Microsoft es un gigante del software, pero sólo del software. Cierto es que algo similar se podría decir de, por ejemplo, Google, cuyos beneficios dependen en un 95 por ciento también de un solo producto: la publicidad en las búsquedas. La diferencia es que la publicidad online va a ir a más, y la venta física de software, no.
A Microsoft lo encontró Internet con el síndrome de para qué cambiar si vamos requetebién. No le prestó suficiente atención y desde entonces va a remolque de los acontecimientos o de las iniciativas de otros, otros que además, como sucede en las vanguardias, no son los de siempre, sino empresas nuevas nacidas ya en la era de Internet. Ni Bill Gates lo reconocía en 2006, cuando en la feria CES de Las Vegas decía: “Nuestro principal competidor es IBM, no Google”.
Para entonces, Microsoft ya llevaba años abriéndose a otras áreas de ingresos, como los celulares, los videojuegos y los reproductores musicales, y empezaba a darse cuenta de que Internet iba en serio: por una parte realizaba fuertes inversiones en su buscador y por otra se encontraba con un fórmula inesperada de competencia en software: Salesforce, una empresa dedicada a dar servicios informáticos bajo demanda en Internet.
La trayectoria en Bolsa era y es similar a la de una empresa de servicios básicos (como las eléctricas): pocas oscilaciones y casi ninguna sorpresa. Microsoft es un valor seguro para los inversores, pero si quiere seguir siéndolo necesitará ser más protagonista en Internet, tomar la iniciativa y dejar de ir a remolque.
Las cuentas del gigante, divididas en cinco grandes áreas, según el análisis de la misma compañía en su última cuenta de resultados (junio de 2009), ponen de manifiesto estos desequilibrios.
Microsoft agrupa aquí toda la familia de productos Windows para el consumidor. Es una de las dos minas de oro de la compañía. El 80 por ciento de los beneficios de este apartado los aportan los fabricantes de computadoras que integran Windows. Es decir, si cae la venta mundial de computadoras, se resiente Microsoft (se calcula que Windows está instalado en el 95 por ciento de las PC). Se agrava el dato si los más vendidos son los portátiles baratos (con XP).
- Pro. Mientras se venda la coputadora con sistema operativo incluido, nadie le va a arrebatar este nicho de mercado.
- Contra. Demasiada dependencia de la compañía de un solo producto.
- Competencia. Las computadoras baratas empiezan a incluir Linux, lo que significa que el público está perdiendo el miedo al cambio, especialmente en países emergentes. Es significativo que su fiel fabricante HP ofrezca Linux en sus ordenadores. Por otra parte, la PC no está sola. Cada vez hay más aparatos móviles que hacen las veces de computadora y más empresas (Mozilla, Opera, Google, Apple) que ofrecen software competitivo como el navegador. Los fabricantes incorporan el sistema Android de Google, abierto, a sus aparatos móviles.
Agrupa el software para servidores, herramientas para almacenaje, bases de datos, arquitectura de las plataformas informáticas... Es la única área que ha crecido.
- Pro. Los acuerdos de licencias plurianuales (50 por ciento del total) dan sólidos y seguros ingresos a medio plazo.
- Contra. Competencia salvaje.
- Competencia. En fabricantes (HP, IBM, Oracle...), en sistemas (Apache, Linux, MySQL) y en seguridad (McAffe, Symantec, Trend Micro...).
Aquí se incluye la plataforma publicitaria en Internet, con los servicios de Bing y los portales de MSN. Es la bestia negra de la compañía. Lleva prácticamente 10 años perdiendo dinero (unos 10.500 millones de dólares) y no va a mejor. La situación se agrava porque además es en el sector del futuro, Internet, donde empezaron a remolque y les resulta difícil remontar.
- Pro. Echa el resto y no se rendirá (no se lo puede permitir). Este año han sacado el buscador Bing, los sistemas publicitarios adCenter y adExpert, y actualizaciones de MSN y Windows Live.
- Contra. Van a años luz de Google en la publicidad online.
- Competencia. Google es su principal competencia, una vez que Yahoo! va a usar su algoritmo de búsquedas publicitarias 10 años.
El otro gran filón de la compañía: el lote de programas para los negocios Office y Dynamics, pero olvídense del segundo, el primero aporta el 90 por ciento de los ingresos del área, nada menos que 12.670 millones de euros en el último año.
- Pro. Un negocio muy arraigado en las empresas, mucho menos dadas a los cambios que el consumidor individual (a no ser que la crisis económica ahogue).
- Contra. La crisis ahoga. Pagar licencias anuales cuando hay soluciones gratuitas de calidad o servicios por red a medida es una tentación al cambio.
- Competencia. Adobe, Apple, Corel (Wordperfect Suite), Google, IBM (Smartsuite), Oracle, Red Hat, Zoho y desarrolladores independientes. Google prácticamente ya cerró el círculo de todas las aplicaciones (gratuitas) que necesita un pequeño negocio, además está Open Office, que cumple 10 años. En la oferta de pago, un impensable enemigo: Salesforce con su fórmula pionera de cloud computing (computación bajo demanda a través de la red).
Aquí se mete la consola Xbox 360, con el reproductor musical Zune, el sistema operativo para móviles Windows Mobile y el controlador audiovisual del hogar Mediaroom. En este popurrí se destaca el éxito de la consola de videojuegos, que logró hacerse un hueco en el mercado mundial. Con el Zune, no sale del bache, y el Windows Mobile pierde cuota.
- Pro. Xbox y su buena red de desarrolladores y la red social creada a través de Internet.
- Contra. Bajó tres veces el precio de la consola y con el inicial ya perdía 100 dólares por máquina vendida.
- Competencia. En los juegos Nintendo y Sony; en MP3, Apple, y en móviles, Symbiam, RIM, Apple y Android de Google.
* De El País, de Madrid. Especial para Página/12.
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