Se cumple hoy el decimocuarto aniversario del fallecimiento de Marcela Iglesias, la niña que el 5 de febrero de 1996 murió aplastada por una escultura de hierro ubicada en el Paseo de la Infanta. Después de 14 años, la familia reclama justicia para Marcela. Los imputados por el hecho, tres inspectores municipales; la curadora y dueña de la galería y el escultor de la obra en 2005 fueron sobreseídos por la prescripción de los delitos. Nunca se realizó el juicio oral. “Fue responsabilidad de la jueza (Susana Nocetti de Angeleri), que permitió una dilación tras otra por parte de los defensores”, dijo el abogado de la familia Iglesias, Daniel Stragá. Por eso, en septiembre de 2008, Stragá elevó la causa a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y “estamos esperando la respuesta de la Cancillería argentina por la imputación que le hacemos al Estado por ‘negación de justicia’”. Mañana a las 11, Marcela tendrá su homenaje en el lugar donde falleció.