La investigación sobre el ingreso de un grupo comando en el barrio cerrado Isla del Sol, en Tigre, fue dando ayer un vuelco total. La hipótesis dejó de ser la del robo y pasó a ser un enfrentamiento en el marco de actividades ilícitas. Todo indica que los cinco delincuentes que coparon la guardia del country fueron a buscar dinero o incluso estupefacientes y que existía algún vínculo entre los atacantes y el atacado. Es más, los investigadores creen que no es cierta la versión de que la víctima haya conseguido salir de la casa y que luego encontró un arma dentro del auto de los delincuentes. La pistola, con la numeración limada, habría estado en poder del dueño de casa. Como se sabe, en Isla del Sol vive el actual intendente de Tigre, Sergio Massa, quien señaló desde el principio que el caso era oscuro.

La hipótesis del robo fue desestimada ayer por un altísimo oficial de la Bonaerense en un diálogo mantenido con este diario:

–¿Usted cree que cinco hombres van a tomar una guardia, se van a disfrazar de efectivos de la Prefectura, para robar plasmas y computadoras de una casa en un country? –preguntó el uniformado–. Es obvio que el objetivo fue otro. Ese fue un comando que fue a buscar algo a esa casa. O algo que les debían o el producto de una operación ilegal.

Las dudas se extienden a la víctima del ataque, identificado como Sergio Sanmartino. Por un lado, se señala que no contestó preguntas después de lo ocurrido argumentando que se sentía mal. Habrá que ver qué sucede en las próximas horas, pero es cierto que el hombre podría estar en estado de shock después de lo que vivió. Sin embargo, se esperaba que diera mayores precisiones.

Tampoco les encaja a los investigadores la versión dada sobre el arma con la que se repelió a los delincuentes. “No nos cierra que la víctima se haya escapado de la casa y menos todavía que se fue hasta el auto de los atacantes. Allí, según la versión, encontró un arma y con esa arma repelió la agresión. La lógica indica que la pistola estaba en poder de la víctima y hay que decir que esa arma tiene el número limado, lo que indica que era robada. La otra posibilidad es que en el marco de cierto conocimiento hayan ido a alguna parte de la casa y la víctima le haya manoteado el arma a uno de los asaltantes. Sea como sea, las explicaciones no encajan hasta ahora.”

Durante la tarde de ayer, la agencia Télam informó que, presuntamente, los atacantes fueron a buscar un cargamento de cocaína. Se habla, en concreto, de que la víctima es piloto de una aerolínea y que se habría llevado la droga a la casa del barrio cerrado. Esta explicación tampoco les cierra demasiado a los investigadores: “Sería raro que alguien meta un cargamento de droga en un barrio privado. No tenemos muchos antecedentes de algo así. Todo indica que fueron a protagonizar un apriete relacionado con algo ilegal, dinero o droga. Le fueron a exigir que diga dónde tenía ese algo que buscaban. Nos llevamos esa impresión porque la víctima no nos da explicaciones y porque el relato es muy contradictorio”, insistió el hombre de la Bonaerense.

Hay otros elementos que ayer pesaban en la investigación.

- De los videos que se conservaron, surgen caras y perfiles de personas poco conocidas en el mundo del robo.

- Está claro que el objetivo era la casa de Sanmartino porque en la puerta preguntaron por Eliana y efectivamente ése es el nombre de la esposa del dueño de casa.

- El automóvil Volskwagen Vento que usaron para llegar fue robado y doblado el año pasado: “Es un trabajo muy prolijo, muy bien hecho. Si esto era un robo común, hubieran robado el vehículo el día anterior. Pero estos no son recién llegados a este mundo del delito”, evaluó el oficial.

- El grupo atacante terminó escapando por la parte de atrás del barrio. La policía llegó a la puerta y el comando se fue por algún lugar de la zona posterior de la Isla del Sol. Ayer los investigadores estaban analizando cómo se hizo la huida e incluso si se metieron en alguna casa. La fuga es lo menos claro hasta el momento.

Anoche, los investigadores seguían trabajando sobre videos y fotos. No sólo del barrio, sino también de peajes de la Panamericana. Por supuesto, también estará el análisis de las comunicaciones telefónicas. Los celulares que hicieron o recibieron llamadas en esa zona a la hora del ataque y, obviamente, también las comunicaciones de la víctima.