El Ministerio de Hacienda porteño presentará hoy a las 11 su fórmula para “actualizar” el impuesto al Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL) en la Comisión de Reforma Tributaria de la Legislatura. Ayer el titular de esa cartera, Néstor Grindetti, habló de “una readecuación que se hará a través del tiempo” y agregó que “para ello se creó una comisión legislativa para que sea una política de Estado y, no una mera medida del Ejecutivo”. Desde el macrismo también detallaron que la reforma será “estructural”, “equitativa” y por “consenso”, sin embargo varios sectores de la oposición ya adelantaron su rechazo al aumento. “Hay otras formas de recaudar como un impuesto a la venta y compra de acciones”, ejemplificó el legislador de Diálogo por Buenos Aires, Eduardo Epszteyn, quien presentó ésta y otras propuestas junto a legisladores de Igualdad Social y Proyecto Sur.

Tal como lo hiciera el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, ayer su jefe de Gabinete insistió en la inflación como un motivo para implementar la actualización, que será automática como en el caso de la patentes, según deslizaron fuentes oficiales. “Si todos los años se aumentan los gastos por la inflación, que por desgracia en la Argentina volvió a ser una realidad y si aumentan los salarios, lo lógico es que los impuestos acompañen ese aumento. Si no, queda desfinanciada la ciudad: aumentan los gastos y no aumentan los ingresos”, dijo Horacio Rodríguez Larreta, y señaló que se busca que paguen “los que más tienen”.

“Es cierto que está desajustado, pero es necesario hacer un relevamiento catastral casa por casa, para ver el barrio, la calidad de la construcción y otros aspectos. No se hizo ni un 30 por ciento de esto, así que esperamos que traigan una propuesta seria porque hasta ahora parece que es un manotazo confiscatorio para conseguir recursos”, explicó a este diario Epszteyn, integrante de la Comisión de Reforma Tributaria. Junto a Martín Hourest de Igualdad Social y otros integrantes de Proyecto Sur, el legislador insistió en que tributen quienes manejen acciones o tengan un plazo fijo de más de 100 mil pesos, lo que generaría, según él, 1800 millones de pesos anuales.

Grindetti dijo que gravar la actividad financiera “es de una efectividad dudosa” porque estimularía que estas operaciones “se muden” a territorio bonaerense y señaló que en ese caso el debate tendría que ser nacional. “Ellos no quieren ir en contra del sector financiero. No puede ser que paguen ingresos brutos los que venden pan, leche o tienen una verdulería o un taller mecánico y los que compran y venden acciones estén exentos”, dijo el legislador de Diálogo por Buenos Aires.