Miércoles, 17 de marzo de 2010 | Hoy
SOCIEDAD › CONDENA A UN JOVEN QUE MATó ALEGANDO QUE NO ACEPTABAN SU HOMOSEXUALIDAD
El Tribunal Oral 4 de La Plata condenó a perpetua al joven Marcelo Bernasconi por asesinar a su madre y a su hermano. El adolescente alegó en su defensa que lo hizo porque no reconocían su condición de gay. Pero el fiscal sostuvo que no era cierto.
Primero relató a la policía que en un intento de robo tres hombres habían matado a su madre y hermano. Ante la Justicia reconoció la autoría del hecho, adujo que asesinó a sus familiares porque “no aceptaban su condición de homosexual”, y sus abogados utilizaron esa hipótesis como base para estructurar la estrategia defensiva. Ayer, el Tribunal Oral Nº 4 de La Plata condenó a prisión perpetua al adolescente Marcelo Bernasconi por doble homicidio “agravado por el vínculo y por alevosía”. “En ningún momento se pretendió juzgar la inclinación sexual del acusado, sí transitamos por su condición para establecer si hubo maltratos de sus parientes que pudieran servir como atenuantes en la pena”, admitió a Página/12 el fiscal de la causa, Rubén Sarlo. El chico tiene 19 años y, en caso de quedar firme la sentencia, recién a los 38 podrá salir de la cárcel bajo el régimen de libertad condicional.
Todo ocurrió el 26 de mayo de 2009. Esa tarde, Alicia Pérez y su hijo Carlos Bernasconi fueron encontrados asesinados en una quinta de la localidad de Olidén, cerca de La Plata. Ambos habían muerto con disparos de una carabina calibre 22, efectuados a muy corta distancia. La policía fue alertada por quien aparecía como único testigo del hecho: Marcelo Bernasconi. Según dijo el chico (entonces, de 18 años), horas antes vio cómo tres hombres atacaron a su madre y, luego, a su hermano mayor. El había escapado de milagro.
Después de relatar una y otra vez la historia a la policía, la coartada del joven se derrumbó. La mañana del crimen en la quinta El Rosario no entraron intrusos ni hubo robo alguno. La tranquera de entrada al campo estaba cerrada con un candado; los hipotéticos atacantes no habían llevado dinero u objetos de valor; la precaria vivienda estaba intacta y ninguno de los perros del lugar, según los vecinos, había ladrado durante el doble crimen. Quien hasta ese momento oficiaba de testigo, se convirtió en el acusado principal de los asesinatos.
Ante las sospechas y la presión policial, el joven confesó ser el autor de los asesinatos de su madre y hermano. “Me tenían cansado porque no aceptaban mi condición de homosexual”, argumentó Bernasconi frente al primer fiscal de la causa, Marcelo Martini.
Durante el juicio, la defensa utilizó la misma estrategia para establecer el móvil de los homicidios. El abogado de Bernasconi, Nicolás Malpedi, alegó que los crímenes se sucedieron mientras su defendido se encontraba bajo un estado de “emoción violenta” producto de los maltratos de su madre y de su hermano, quienes no aceptaban que él fuera gay. Incluso, Malpedi pidió al Tribunal que al momento de dictar sentencia tuviera en cuenta que al joven “no lo dejaron amar a su novio”.
Para el fiscal Sarlo, no hubo dudas de la autoría de Bernasconi en los crímenes, porque dio positiva la prueba de dermotest, ya que fue la única persona que estaba con las víctimas al momento del hecho y porque luego confesó todo. Además, durante sus alegatos finales el fiscal descartó, tal como señalaran los peritos, cualquier atenuante vinculado con un posible estado de emoción violenta o inconsciencia.
Sarlo desacreditó el argumento de la defensa “porque en las circunstancias en la que se dieron los hechos fue evidente que no existió ninguna situación en la que el sujeto estuviera perturbado: el pibe mató a su familia mientras ellos hacían tareas cotidianas”. No hubo una pelea o una discusión, sino que mientras su madre limpiaba la cocina y su hermano ordeñaba una vaca, Bernasconi buscó una carabina calibre 22 y les disparó a menos de cuatro metros de distancia. “Los acribilló”, confirmó Sarlo.
El fiscal afirmó no haberle creído al imputado cuando dijo ante el Tribunal que no recordaba lo ocurrido la mañana del crimen. “El chico relató que su primer recuerdo fue estar corriendo por el campo con el arma en la mano –contó el fiscal–. Sin embargo, según los peritos psiquiátricos, durante una amnesia lacunar no se pasa de un estado de inconsciencia absoluta a otro de conciencia total, siempre hay flashes de algunos otros acontecimientos.”
Durante el juicio se leyeron partes del diario íntimo del acusado donde relataba que en una oportunidad su madre lo sorprendió en la cama con su novio y ésta “cerró la puerta sin decir nada”, y reconoció que su hermano lo llevaba hasta la casa de su pareja, lo que contradeciría el supuesto rechazo de su familia a su condición homosexual. El Tribunal coincidió con el argumento de la fiscalía y ayer condenó a prisión perpetua a Bernasconi por doble homicidio “agravado por el vínculo y por alevosía”.
Informe: Mariana Seghezzo.
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