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La policía española desarticuló una organización dedicada a introducir mujeres argentinas a las Islas Canarias para prostituirlas. La red tenía miembros en Argentina dedicados a captar y secuestrar a las jóvenes que presentaban un perfil similar: escasa formación y problemas económicos o importantes cargas familiares. Fueron detenidos cuatro españoles y un colombiano de entre 27 y 33 años, Las detenciones se realizaron en el exclusivo barrio de las Siete Palmas, en Las Palmas de la Gran Canaria, según informó la Jefatura Superior de Policía local.

La red había logrado introducir alrededor de treinta mujeres argentinas en forma ilegal al territorio español. El método parecería sencillo: después de captarlas, les pagaban el pasaje aéreo y en el aeropuerto de llegada las buscaban los responsables de la organización. Desde allí eran trasladadas al domicilio del local donde a partir de ese momento serían explotadas hasta que pudieran devolver el costo del traslado a España, deuda únicamente amortizable mediante la prostitución.

Según la policía canaria, las jóvenes permanecían encerradas en el local que ayer fue allanado. Allí, además de documentación y material informático, encontraron a dos de las mujeres secuestradas para prostituirse, una argentina y una ecuatoriana. Cuatro españoles y un colombiano fueron detenidos acusados de favorecimiento de la inmigración ilegal y prostitución.

¿Por qué el método parecería sencillo? Aunque no surja de inmediato en la investigación, para la existencia de un local en el que mujeres extranjeras son prostituidas se requiere más de un contacto y conocimiento por parte de más de una persona por fuera de la organización y sus víctimas, empezando por el vecindario y la clientela.

Esto implica la vinculación necesaria de alguna esfera jerárquica de la policía local, situación que no es novedosa: usualmente es la policía o un sector policial o una comisaría, la garantía de no intervención hasta que por algún motivo deja de serlo. Por otro lado, las autoridades de inmigración, ya que no se trata de una sola mujer que hubiera sorteado los controles con documentación falsa sino de al menos una treintena, lo que implica una inversión que no se realiza si no se tiene cierta garantía de éxito en el cruce de las fronteras.

Según informó la policía local, la organización operó entre 2009 y 2010. Curiosamente en 2008, en Las Palmas, se desarrolló el juicio contra ocho mujeres, dos de ellas brasileñas, madamas del club Perla Negra, donde eran prostituidas mujeres de varias nacionalidades, entre ellas también argentinas. Las madamas habían sido acusadas de favorecer el ejercicio de la prostitución y la inmigración ilegal. Cargos semejantes a los que se les hacen a los actuales detenidos. En aquella ocasión, la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas absolvió a las mujeres. Entre las principales causas, una implica cierta venia de parte de los jueces, como suele ocurrir en los casos de trata: dieron crédito a la declaración de las acusadas que decían que no sabían que estaban ilegales y que además “eso lo hacían porque ellas querían hacerlo”.