Un comando de sicarios asesinó el domingo a 13 personas en un centro de rehabilitación para adictos a las drogas en la ciudad mexicana de Tijuana, fronteriza con Estados Unidos, en la segunda masacre que ocurre en menos de 48 horas en el norte del país. “Son 13 personas asesinadas a balazos, todos adictos en recuperación”, dijo un responsable policial de Tijuana que pidió mantener el anonimato. Según una versión transmitida por un testigo a la policía, los pistoleros sacaron a sus víctimas, las colocaron frente a un muro y les dispararon con armas de largo alcance. No hubo heridos. Este ataque ocurrió menos de 48 después de que un comando armado irrumpiera contra una fiesta en Ciudad Juárez, también en la frontera con Estados Unidos, y diera muerte a catorce personas el sábado. El centro de rehabilitación está ubicado en una zona de Tijuana donde la semana pasada fueron decomisadas 134 toneladas de marihuana que iban hacia Estados Unidos, el mayor cargamento de esa droga incautado en la historia de México.