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José Luis Parisi, un joven argentino de 18 años que se encontraba demorado desde el miércoles en la terminal 1 del aeropuerto de Barajas, en Madrid, fue deportado anoche a la Argentina, porque las autoridades españolas le negaron el ingreso al país. Parisi, que habló con medios de prensa argentinos, aseguró que recibió “malos tratos” y que fue objeto de “discriminación” por parte de la Policía Nacional española. El Consulado argentino en Madrid hizo saber, a través de fuentes de la Cancillería, que asistió “en todo momento” a Parisi, desde su llegada al aeropuerto de Barajas. El joven aseguró que tenía “toda la documentación y el dinero exigidos” para ingresar a España, aunque las autoridades de ese país sostienen que “no cumplía con los requisitos necesarios”, de acuerdo con la información recibida por el Consulado argentino. La abogada Lilian Pompei, que asistió a Parisi, confirmó anoche que fue deportado “aunque reunía todas las condiciones que la ley de extranjería” exige a los visitantes. El chico, que ya había sufrido un rechazo similar el 29 de enero pasado, “sufrió presión psicológica” y eso “por su corta edad, hizo mella en su persona”, aseguró Pompei.

“Vine a vacacionar a España, tengo todos los papeles en regla, el dinero, la reserva de hotel, pero no me dejan entrar”, aseguró Parisi, en una comunicación telefónica con medios de prensa argentinos, desde el lugar donde estaba demorado, en la sala de “inadmitidos” del aeropuerto de Barajas. La abogada Pompei, del Movimiento Argentinos en el Exterior, había interpuesto un hábeas corpus ante el Juzgado de Instrucción 25 de Madrid, pero la presentación “fue denegada”.

El joven aseguró que contaba con el dinero necesario para su estadía y con una reserva en un hotel de Vigo, en Galicia, donde reside su padrastro. El pasaje de regreso a la Argentina era para “el 13 de junio por Air Europa”. Parisi sostuvo que las autoridades españolas le dijeron que no ha justificado el lugar donde se va a quedar, pero él insistió en que tenía “una reserva y (los funcionarios españoles) hasta llamaron al hotel y les dijeron que sí, que la reserva está”.

“Ellos quieren que me vaya, me quieren mandar a la Argentina a toda costa”, remarcó el joven poco antes de ser deportado. Cuando le preguntaron si cuenta con la invitación de un residente, aclaró que eso “no es necesario” porque ya tenía la reserva de hotel. El joven comentó que si se negaba a abordar el avión para regresar a la Argentina sería obligado “a subir encadenado” y que se le prohibirá el ingreso a España “por el término de cinco años”.

El titular del Movimiento Argentinos en el Exterior, Lois Pérez Leira, explicó que presentaron una denuncia por “malos tratos físicos y psicológicos por parte de la Policía Nacional”. Se habían presentado ante “un juez competente” para que entendiera en el asunto. Pérez Leira dijo que las autoridades españolas argumentaron que el joven “sólo pagó la mitad de la reserva hotelera, cuando debería hacerlo en su totalidad”.

En Buenos Aires, fuentes de la Cancillería señalaron que “el Consulado general argentino en Madrid ha estado prestando asistencia” al joven desde el 1º de junio. Las fuentes precisaron que “además de encontrarse en contacto permanente con el joven, el Consulado mantiene fluidas comunicaciones con su familia”. La Cancillería, a través del Consulado argentino, recibió información según la cual “las autoridades competentes españolas” aseguraron que Parisi “no cumplía con los requisitos necesarios para el ingreso”.