Una mucama que trabajaba en la casa de María Marta García Belsunce, asesinada en 2002 en un country de Pilar, aseguró ayer que tras el velatorio de la víctima, el cuñado de ésta, Guillermo Bártoli, le ordenó que tirara ropa del viudo Carlos Carrascosa que estaba manchada de sangre. Esa fue la declaración de Ema Benítez durante el juicio por el encubrimiento del crimen a tres familiares de la víctima, entre otros. Por su parte, otra mucama de la casa, Mirta Molina, aseguró que tras el velatorio y junto a Benítez lavó ropa con sangre de la víctima, tiró toallas manchadas a la basura y baldeó el baño, actitudes que, según se determinó luego, borraron huellas de la escena del crimen.