Un derrumbe registrado en la madrugada de ayer en un local del barrio de San Cristóbal sorprendió a una familia que dormía en la parte trasera de la vivienda y que, de milagro, resultó ilesa. El comercio, que no se utilizaba hacía años, ya tenía una notificación del gobierno porteño por peligro de que se fuera abajo. “En el lugar funcionaba un bar, pero hace tres años que está cerrado, y cuando nos llegó una denuncia, una nota del Gobierno de la Ciudad donde ponía en aviso el peligro, ya que mencionaba que había una grieta muy grande en el frente del local, se la llevé al abogado del dueño y no me dijo nada”, contó a la prensa Gastón Faldutti, que vive en el fondo del predio junto a su esposa y su hija de 5 años y que ayer no podía salir del asombro. El frente del edificio, con el que compartía la entrada a la vivienda, estaba destruido completamente, pero su casa “intacta”. El titular de Defensa Civil, Alejandro Roldán, dijo que “la vivienda fue afectada en un sector delantero que era un salón, que ellos utilizaban como comedor”. “La familia se encontraba en la sala siguiente, que era el dormitorio y que en principio no presenta daños”, agregó. Lo primero que hubo que hacer es retirar todo lo que pudiera quedar suelto o presentar algún grado de riesgo para el acceso de la familia a su vivienda. En el lugar, los inquilinos del inmueble derrumbado fueron asistidos por el programa Buenos Aires Presente (BAP).