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El ministro de Salud Pública del Chaco, Francisco Baquero, sostuvo ayer que hubo un “error médico” en el caso de la beba recién nacida que había sido dada por muerta por los profesionales que la atendieron en el Hospital Perrando de Resistencia, pero doce horas después fue hallada con vida en la morgue. “Obviamente hubo un error médico protocolar”, dijo Baquero.

“Fue un hecho lamentable que por suerte se está controlando, y se está dando toda la asistencia médica que necesita la pequeña Luz Milagros”, dijo el ministro Baquero. Asimismo, recordó que se decidió “suspender en forma preventiva a los cinco profesionales del sector de Neonatología que atendieron a la beba prematura”, y en paralelo se instruyó “un pedido de información sumaria en el Hospital Perrando, a fin de esclarecer los hechos y deslindar responsabilidades”. Asimismo, sostuvo que el de Luz Milagros “es un caso particular, no de generalidad”.

El estado de salud de Luz Milagros era ayer “estable”, pero continuaba siendo “crítica” su situación. Así lo informó el director médico del centro de salud, José Luis Meiriño, quien precisó que la beba “conserva todos los parámetros correspondientes dentro de la terapia de Neonatología”.

En tanto, Analía Bouter, la madre de la beba, indicó que su hija “está conectada a un respirador para que no se fuerce, y se recupera”, aunque señaló que los médicos “le advirtieron algo en el intestino como consecuencia de su nacimiento prematuro”.

La mujer explicó que cuando se hizo “el último control médico, el parto iba a ser por cesárea por problemas que presentaba en la placenta”. “Cuando ingresé a la sala de parto les decían a los médicos que me dejen que la expulse sola a la beba como si estuviera muerta, mientras en el monitor sentía los latidos”, puntualizó Bouter. “La doctora siempre la trataba a la beba como si estuviera muerta y después del parto, que fue normal, me durmieron sin saber yo lo que pasaba”, añadió.

Bouter señaló que “no le comunicaron que su beba estaba muerta y fue una enfermera quien vino a preguntarle qué iban a hacer con el cuerpo de su hija”. “Así que pasaron quince minutos de nacida mi beba y ya estaba en un cajón cerrado”, destacó.

Luz Milagros nació el 3 de abril con 26 semanas de gestación en el Hospital Perrando de la capital chaqueña, donde fue dada por muerta y fue su madre quien comprobó que tenía signos vitales cuando pidió verla en la morgue.

La Justicia del Chaco deberá investigar la hipótesis de la mala praxis, aunque algunas fuentes advirtieron que no debería descartarse una posible tentativa de robo de la pequeña. Esta hipótesis se explicaría así: teniendo en cuenta que la beba tenía sólo seis meses de gestación, le habrían dicho a los padres que falleció, con el objeto de llevarse a la niña para venderla. Cuando la madre, horas después, insistió en que quería ver al bebé, la restituyeron poniéndola dentro del cajón y en el refrigerador de la morgue. Eso explicaría que no estuvo doce horas dentro del refrigerador y que no hubo tal “milagro”. Por supuesto, se trata de una hipótesis a investigar.

El titular de la cátedra de Medicina Legal de la UBA, Luis Kvitko, advirtió a Página/12 que “no se pueden usar simplemente hipótesis para imputar a los médicos. Tiene que haber pruebas concretas: llamadas o datos de alguien que efectivamente se iba a quedar con el bebé”. “Es mucho más lógico –insistió– que los médicos no hayan percibido la escasa actividad vital de un bebé con seis meses de gestación. Es casi como una vida latente, y percibir los latidos del corazón es muy difícil.” “¿Doce horas en la refrigeradora de la morgue? Es algo que no se puede descartar. El cajón creó un microclima y protegió a la beba del frío. De manera que es perfectamente posible”, dijo Kvitko. “Insisto, para acusar a médicos de algo tan grave como un robo de un bebé se necesitan pruebas serias, no suposiciones”, agregó.