Durante 18 horas, los choferes de las líneas de colectivos con cabeceras en Ciudad Universitaria suspendieron el ingreso en ese predio para denunciar una escalada de robos, que incluyó, la semana pasada, una feroz golpiza a uno de los conductores, quien todavía ayer por la mañana seguía hospitalizado. La medida transcurrió entre las 12 del miércoles y las 6 de la mañana de ayer, pero, advirtieron fuentes gremiales, “se repetirá si el Gobierno no revierte pronto la ausencia de policías” de la Federal en la zona. En tanto, el rector de la Universidad de Buenos Aires, Ruben Hallu, reiteró hoy el pedido de reunión al secretario de Transporte, Alejandro Ramos, para “encontrar soluciones” a las denuncias de los choferes de colectivos. “Durante los últimos dos días, como es de público conocimiento, diversas líneas de colectivo no llegan a Ciudad Universitaria, donde se cursan varias carreras de la Universidad de Buenos Aires y el Ciclo Básico Común, a causa de la inseguridad”, señaló un comunicado del rectorado. Hallu, sostuvo el mismo informe, hasta ayer no había obtenido respuesta favorable a su pedido de reunirse con el secretario Ramos. Por su parte, el jefe de la Policía Federal, Enrique Capdevilla, se reunió con la conducción de la Unión Transporte Automotor (UTA) para encontrar una solución a los reclamos de refuerzo de la seguridad en el lugar. La reunión se convocó por instrucción de la ministra de Seguridad, Nilda Garré, y los resultados del encuentro serán comunicados al rector Hallu. La medida de fuerza fue aplicada por choferes de las líneas 33 (parte desde el ex Hospital Ferroviario –en Retiro–), 45 (desde Remedios de Escalada –en Lanús–), 37 (desde estación ferroviaria de Lanús) y 160 (desde el barrio Don Orione –en Claypole, Almirante Brown–). El chofer que permanece internado sufrió la “amputación de un dedo de una mano”, aun cuando “no intentó resistir el robo” sucedido la semana pasada. “Son permanentes los robos en los colectivos” en el predio, señalaron.