Jueves, 17 de mayo de 2012 | Hoy
SOCIEDAD › UN EQUIPO DE MONTAñISTAS ARGENTINOS BUSCA HACER CUMBRE EN TRES PICOS DEL TECHO DEL MUNDO
La expedición, liderada por dos hermanos mellizos, se propone coronar los tres picos de la herradura de Khumbu, como se conoce al trío de montes Everest, Lhotse y Nuptse. Se estima que harían cumbre entre el 25 y el 27 de este mes.
La expedición argentina liderada por los mellizos Damián y Willie Benegas está a punto de dar el paso final hacia los hielos del Monte Everest, tras 40 días de travesía. Por primera vez en la historia del montañismo se proponen coronar en una misma expedición los tres picos de la Herradura del Khumbu, como se conoce al trío de gigantes compuesto por el Monte Everest (8848 metros), el Lhotse (8516 metros) y el Nuptse (7861 metros) en el Himalaya, entre Nepal y China. El equipo debía partir esta madrugada del campamento y se estima que llegaría al techo del mundo alrededor del 25 de mayo y calculan que los días sucesivos, 26 y 27 de mayo, realizarían cumbre en Lothse y Nuptse, respectivamente. El año pasado habían intentado la misma misión, pero tuvo que ser interrumpida porque los dos hermanos protagonizaron un heroico rescate a tres miembros de una expedición española.
En su último contacto vía skype con Buenos Aires, ayer por la mañana, el equipo de siete montañistas expresó que se encontraba “totalmente enfocado en sus objetivos” y con “muy buenos ánimos para la fase final del ascenso, la más difícil”. Willie Benegas señaló: “Es un grupo que, a pesar de todas las adversidades que se han presentado, supo unirse para lograr una pequeña Argentina en las alturas del Himalaya”.
“Nos sentimos preparados para subir, nuestros físicos están al ciento por ciento. Este es el momento en que la naturaleza nos marcó la famosa ventana de buen clima, para tentar la cumbre”, comentó a su turno Damián Benegas, su hermano.
“Esa ventana de la que hablamos hace referencia a las corrientes de aire que avanzan sobre la India, Bangladesh y Nepal. Esos vientos que ahora están arriba del Everest rotarán hacia el norte, lo que hará más favorables las condiciones climáticas, que no nos han acompañado demasiado en esta oportunidad”, expresó Damián, en diálogo con sus agentes de prensa en Buenos Aires.
“Es clave que el clima nos acompañe. En montañismo solemos decir que alcanzar la cima no depende sólo de nosotros, sino que finalmente quien decide nuestra suerte es la montaña”, expresó Willie.
Luego de acondicionar los cuatro campamentos de altura, los hermanos Benegas y su equipo dedicaron su tiempo a finalizar la aclimatación y prepararse para intentar la cumbre. Según cuentan los escaladores, “la montaña está seca, con mucha caída de piedras y avalanchas, con vientos de más de 160 kilómetros por hora y con temperaturas que alcanzaron los 40 grados bajo cero”. “Esta mañana (por ayer) tuvimos 15 grados bajo cero en el campamento tres, que estamos por abandonar en las próximas horas. El tiempo está muy inestable, hay cambios de temperatura de calor a frío constantemente”, sostuvo Damián.
“Numerosas expediciones se volvieron a casa porque hubo fuertes avalanchas en la montaña, lo cual la vuelve más peligrosa. Pero nosotros consideramos la seguridad ante todo”, comentó.
Como el trabajo en equipo es fundamental para lograr el objetivo de hacer cumbre, a la hora de intentar coronar cada uno de los tres objetivos se designaron tres equipos. El primero, conformado por Willie Benegas, Fernando Grajales, Fernando de Hoz y Hernán Carracero, buscará llegar a tocar el cielo con las manos en el majestuoso Everest. El segundo equipo integrado por Damián Benegas, Tommy Ceppy y Luciano Badio hará lo propio en el cordón montañoso Lhotse. El último equipo de alpinistas conformado por Damián Benegas y Grajales, intentará llegar a lo más alto del Nuptse (una vez completadas las otras dos cimas).
Para poder alcanzar la meta no sólo basta con tener un buen equipo de trabajo y contar con buen estado físico, sino que también es vital la fortaleza psicológica. Por eso, el buen ánimo es un aspecto clave en la armonía de la convivencia. “Los días de aclimatación fueron bastante duros. En el transcurso de esta travesía, el mate se convirtió en uno de nuestros mejores aliados en la montaña”, afirmó Damián. “Además de darnos calor y de hidratarnos, este ritual genera distensión y diálogo entre los miembros de la expedición”, agregó. También la alimentación durante la travesía es factor clave para lograr la meta. Alimentos disecados hidratados con agua caliente y picadas con salamines y quesos abundan. Todo está preparado para que esta vez la hazaña sea posible.
Informe: Sabrina Améndola.
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