SOCIEDAD › LO ACUSAN DE COBRAR PARA LIBERAR A UNA MENOR
Un juez detenido por coimas
Un juez de menores de Santa Fe fue detenido por un presunto pedido de coima para dejar en libertad a una adolescente de 17 años. Ayer el presidente de la Corte Suprema provincial, Rafael Gutiérrez, lo suspendió en sus funciones y abrió el camino para su destitución.
El juez de menores Nº 1 de Santa Fe, Julio César Roggiano, fue detenido el jueves luego de un operativo realizado por la División Asuntos Internos. El procedimiento fue ordenado por el juez de instrucción Diego De la Torre, que investiga a Roggiano por un presunto pedido de coima a una mujer a cambio de la liberación de su hija de 17 años –cuya identidad no se difundió– que estaba procesada.
El presidente de la Corte Suprema santafesina, Rafael Gutiérrez, ordenó ayer a la mañana la suspensión provisoria de Roggiano y la apertura de un sumario administrativo. Según afirmó Gutiérrez, el lunes el resto de los magistrados de la Corte se reunirán para ratificar su decisión. De esta forma, el máximo tribunal de la provincia avalará la actuación del juez De la Torre a pesar de que en la detención no se respetaron las inmunidades judiciales de Roggiano, que cesarán si un jury de enjuiciamiento lo destituye de su cargo. “El juez de instrucción llevó adelante la investigación y tiene a su cargo la responsabilidad penal; lo demás es responsabilidad nuestra por la vía que corresponda: destituirlo o no mediante el jury si se comprueba el delito”, dijo Gutiérrez.
Luego de una denuncia de pedido de coima contra Roggiano, realizada por el abogado de la madre de la joven, De la Torre ordenó un operativo policial: el jueves a las 19 Roggiano fue detenido “in fraganti” en la esquina de Tucumán y Peatonal San Martín, en el microcentro de Santa Fe. La policía lo detuvo cuando subía a su automóvil y le secuestró 3000 pesos en billetes que habían sido previamente marcados por los investigadores y que la madre de la joven le habría entregado como coima.
Roggiano, que se encuentra detenido en la Unidad Regional Nº 1 de Santa Fe, había denunciado a fines de noviembre del año pasado el presunto secuestro de su hija María Belén, de 22 años, por un hombre que él había condenado a dos años y medio de prisión y que según el juez estaba “prófugo del penal de Coronda”. En esa oportunidad, Roggiano había dicho que el secuestro y el maltrato a su hija era una represalia que se iba “a convertir en motivo de intranquilidad e inseguridad en todo el Poder Judicial santafesino”, mientras que Gutiérrez había respondido que el caso no tenía relevancia institucional. A pesar de que María Belén declaró que había sido secuestrada, golpeada y violada, el juez a cargo de la causa por privación ilegítima de la libertad y violación, José Manuel García Porta, no encontró pruebas del secuestro; según una fuente judicial, García Porta entendió que no había habido delito y ordenó que la causa fuera archivada, medida que fue objetada luego por la Fiscalía santafesina.