La militante travesti Diana Sacayán se presentó ayer como candidata a defensora del Pueblo del partido de La Matanza, el más poblado de la Argentina. Tiene 37 años y vive desde los 9 meses en la localidad matancera de Gregorio de Laferrère, adonde sus padres emigraron desde Tucumán. “Va a ser una gran defensora de los pobres y marginados por la cultura, el pensamiento dominante y el sistema productivo. Es un gran cuadro político del proyecto nacional por su sensibilidad y su acción política”, dijo de ella uno de sus avales, el diputado nacional Gastón Harispe, secretario general del Movimiento Octubres. Sacayán competirá con referentes avalados por el PRO, el Frente Amplio Progresista y también la actual defensora Silvia Caprino, ligada al radicalismo. Las prioridades matanceras, dice la canditada, son resolver los problemas ambientales, de salud y seguridad.

En la actualidad, Sacayán trabaja en el equipo de Diversidad Sexual del Instituto contra la Discriminación (Inadi) y colabora en dos medios gráficos: la revista El Teje y el suplemento Soy, editado por Página/12. Además es integrante del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL) y representante trans para el Cono Sur de Ilga, una asociación internacional que nuclea a activistas gays, lesbianas, trans e intersex. Sacayán asumió su identidad de género a los 17, durante más de doce años se prostituyó, sufrió la persecución policial y estuvo presa.

Junto a sus compañeros de MAL, esta activista consiguió que en 2007 el Ministerio de Salud bonaerense emitiera una resolución para que en los hospitales a las personas travestis o transexuales se les respete la identidad autopercibida. Dos años después, mediante un proyecto de la Cámara de Diputados bonaerense, MAL intentó trasladar el mismo respeto a los establecimientos educativos. “Ahora estamos a punto de lanzar un proyecto de inclusión laboral con la Secretaría de Empleo de la Nación y un cupo laboral en la administración pública bonaerense”, señala Sacayán.

Su postulación fue presentada ayer en el Concejo Deliberante de La Matanza, donde deberá exponer sus motivos y planes como defensora del Pueblo, el próximo miércoles. “Mi meta es optimizar las gestiones a partir de tres ejes. El primero es la articulación con otras instituciones a través de convenios para derivar casos, cuando se agoten las instancias de acción de la Defensoría. El segundo eje es una estrategia de comunicación en los barrios, con difusión de los servicios que brindamos y una página web que reciba denuncias.”

La tercera meta, agrega, es posicionar políticamente la Defensoría. “Que sea un canal para primero conocer, a través de un diagnóstico, las problemáticas específicas de ambiente, salud y seguridad y que los vecinos puedan plantear políticas públicas”, señala Sacayán. Su pliego es apoyado por Harispe, la diputada provincial Karina Nazabal, los Vecinos Autoconvocados de González Catán, la ONG Tierra Fértil, Jóvenes por la Diversidad, la Asociación Boliviana de Gregorio de Laferrère y el movimiento social 26 de Julio, entre otros.

También se presentaron a la terna el presidente de la casa de auxilio de Ramos Mejía, Arturo Ter Akopian, avalado por los concejales Sandra Oviedo y Gustavo Ferragut (FAP); Damián Pérez Tassone, promovido por Fernando Asencio, del PRO, y Pablo Pimentel, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza. Además, se candidateó la actual defensora “que impulsó un cambio normativo para poder presentarse a su re-reelección”, aclara Sacayán, quien vive en una pequeña casa que da a una calle de tierra, en los Altos de Laferrère.

“Diana tiene una sensibilidad enorme porque está en un momento de ruptura, crisis y nueva cultura. Pertenece a un nuevo espacio de reflexión, es un modelo de inclusión y militancia”, comenta Harispe. La diputada provincial Nazabal destaca a la candidata, que estudió Educación Popular en la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo, “por impulsar la Ley de Identidad de Género, los derechos humanos y sociales y la igualdad”. Ayer, Sacayán continuaba recibiendo avales para convertirse, según dice, en la primera travesti en Latinoamérica con cargo de defensora del Pueblo.