La renovada línea A tuvo ayer un debut fallido cuando, después de casi dos meses de permanecer cerrada por la renovación de vías y vagones, una formación quedó detenida entre las estaciones Perú y Plaza de Mayo por una falla técnica y cientos de pasajeros tuvieron que ser evacuados. El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, relativizó el incidente desde la feria Expoagro en Baradero y dijo que no fue nada grave porque ni siquiera lo llamaron.

La línea A, que une las cabeceras Carabobo y Plaza de Mayo, comenzó a circular ayer en horario habitual, tras permanecer cerrada durante 54 días por renovación de vías y vagones, pero pasadas las 10.30 su servicio quedó limitado por problemas técnicos en una formación en la estación Perú.

Según el comunicado de la empresa Metrovías, “se pudo determinar que se activaron las protecciones de la formación y generaron el accionamiento de los sistemas de seguridad. La formación fue retirada al taller, donde se le realizó la verificación y se ajustaron los parámetros. Este inconveniente técnico pudo haberse presentado como consecuencia de la necesaria puesta a punto de toda formación nueva para adaptarse a las condiciones del servicio”.

Consultado por Página/12, el vocero de Metrovías, Mariano Gibaut, explicó que “el problema fue que se accionó la emergencia de los convertidores, unos transformadores que toman la energía de la línea y alimentan los sistemas eléctricos del coche y se apagó todo”.

De esta forma, Gibaut negó que se haya quemado el motor y dijo que la formación 200 va a estar hoy operativa. “La formación fue llevada a talleres, donde ya resolvieron el inconveniente y se están haciendo los últimos chequeos. Va a volver a operar en las próximas horas, no se quemó el motor, si no la reparación habría demorado más tiempo.”

En cuanto a las versiones que apuntaban a fallas del sistema de aire acondicionado, puntualizó: “El aire no ocasionó sino que fue parte del problema. Al apagarse los convertidores, se apagó el aire. Sí hubo una formación con dificultades con el aire acondicionado, pero no salió de servicio, sino que se reguló para que diera más frío”.

Frente a la falta de energía, los pasajeros tuvieron que ser evacuados y caminar por las vías hasta las estaciones, algunos a Perú y otros a Plaza de Mayo. “Las nuevas formaciones están unidas entre sí, por lo que los pasajeros debieron circular por el tren hasta uno de los extremos y de ahí descender y caminar por las vías, lo que no representa ningún riesgo”, señaló el vocero.

Por el inconveniente, el servicio de la línea A realizó un recorrido limitado entre las estaciones Carabobo y Piedras durante 40 minutos y luego el servicio se normalizó con subtes hasta la estación Plaza de Mayo.

Respecto de este tema, el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, relativizó lo sucedido. “No fue nada grave porque ni siquiera me llamaron”, afirmó desde Baradero, donde asistió a la feria Expoagro.

Sin embargo, deslizó que el incidente podría relacionarse con el tiempo que se tomaron para cambiar los vagones. “Para que la gente viaje segura y cómoda achiqué todos los plazos posibles de tiempo que pedían los equipos técnicos chinos. Llegamos dos días antes de lo previsto y puede haber ajustes técnicos”, argumentó.

Por último, no descartó más ajustes. “Pusimos la línea A en el siglo XXI, seguros, modernos, más confortables, ajustes habrá, pero cada mes será mejor. En estos diez años se deterioró mucho el subte y lo vamos a ir mejorando.”

Por su parte, la legisladora del Frente Progresista Popular, María Elena Naddeo, apuntó a la negligencia de la gestión macrista. “Según las consultas realizadas entre usuarios, trabajadores y especialistas, no se hicieron las pruebas suficientes y adecuadas para garantizar el servicio sin sobresaltos. Las pruebas de recorrido fueron escasas, la capacitación a conductores y operarios fue mínima y no fueron consultados los técnicos que más conocen del tema.”

En este sentido, propuso revisar las formaciones. “Esto muestra un grado de negligencia e irresponsabilidad muy alto en el gobierno de Mauricio Macri. Es urgente revisar las nuevas formaciones haciendo las pruebas por la noche sin suspender el servicio con la participación de los trabajadores y asociaciones de los usuarios.”

En la misma línea, el legislador del MST, Alejandro Bodart, hizo su diagnóstico. “A poco de la reapertura ya hubo un primer fiasco: un cortocircuito en un pantógrafo, que conecta las catenarias que llevan la electricidad, obligó a evacuar pasajeros y se detuvo una hora el servicio. Parece que el gobierno porteño no tradujo bien los manuales chinos. Por electoralismo, Macri improvisa con riesgo para la seguridad de los usuarios. Prometió diamantes, pero repartió espejitos de colores y sigue favoreciendo el negocio privado de Metrovías”, concluyó.

La línea A fue reinaugurada el martes, pero sólo de 20 a 22, en tanto ayer comenzó con su horario habitual de 5 a 23, con 45 vagones nuevos aportados por el gobierno nacional y vagones Fiat que ya estaban en uso.