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Patricia Villalba llevaba entre dos y tres horas muerta cuando la encontraron. La parte superior del cuerpo estaba cubierta por una musculosa ajada y en un pecho se veían “manchas de sangre, una herida y un hematoma”. Las manos estaban atadas con un cable de alta tensión color blanco, de seis milímetros. Los puños, anudados hacia atrás. El ojo izquierdo, con hematomas, y la nuca con un surco profundo igual que en el cuello. A unos metros, sobre la ruta de La Dársena, había supuestas manchas de sangre. En el terreno, sus dos alpargatas y las señas de que habían sido arrastradas. Estos detalles, recogidos en los informes forenses, reúnen las características de una muerte producida en ese lugar después de una sesión de torturas que ya había comenzado o en la ruta o en algún otro sitio. ¿Pero por qué? Para los investigadores Patricia conocía las condiciones en las que había muerto Leyla Bshier Nazar y se sospecha que la mataron para silenciarla. Ahora un nuevo informe reservado que está a punto de incorporarse a la causa involucra directamente al ex comisario Antonio Musa Azar con el crimen. Habría sido él quien ordenó su secuestro, quien habría estado detrás de las sesiones de tortura y del asesinato, según denunció el abogado de la familia Villalba, Luis Santucho, quien lo denunció como autor material o instigador del homicidio. El informe será presentado en estos días ante la fiscalía de la Corte de Santiago y el juez a cargo de la investigación. Página/12 está en condiciones de adelantar los detalles de ese informe que incorpora una nueva hipótesis en la investigación que conecta las muertes de La Dársena con dos de los detenidos y los llamados “hijos del poder”.
El informe reservado contiene datos que trazan dos conexiones: la primera, entre Leyla Bshier Nazar y Patricia Villalba. La segunda explica la supuesta intervención de Musa Azar para tapar la muerte de Leyla con el crimen de Patricia Villalba, alguien que conocía los detalles de la fiesta de sexo y droga donde se produjo su muerte. Estos elementos le permitieron a Luis Santucho pedir, la semana pasada, la detención del ex comisario y denunciarlo ahora como “quien dio la orden para cometer el homicidio”. En palabras de Santucho, la orden habría sido rotunda: “Traémela”.
¿A quién le dio esa orden? ¿Por qué? ¿Qué relación tenía Patricia con Leyla? ¿Patricia sabía que la habían matado? Sobre estas preguntas viene dando vueltas la investigación desde hace algunos días. De la primera parte de los expedientes pueden recogerse algunos datos que indican lo siguiente:
1 Leyla Bshier Nazar no conocía en forma directa a Patricia Villalba.
2La primera muere después de una fiesta, supuestamente por un shock provocado por el consumo de drogas.
3A la otra la matan 22 días más tarde, después de recogerla por su trabajo y torturarla.
4Las dos aparecen juntas sobre un monte despoblado.
5Hasta el momento aparecieron dos nexos entre las jóvenes: uno es Patricio Llugdar, el primer detenido, que fue acusado por el doble homicidio durante la primera etapa de la causa, sospechada de irregularidades. La segunda persona es Antonio Rojas, uno de los habitantes del barrio Mishki Mayu, que fue detenido hace dos semanas después de la intervención de un testigo de identidad reservada que lo señaló entre los autores del crimen.
En este momento, tanto Llugdar como Rojas aparecen como los presuntos entregadores de Patricia Villalba. Pero las dos jóvenes los conocieron en circunstancias distintas. Leyla Bshier habría estado con ambos –de acuerdo al informe de los Villalba– en la fiesta que terminó con su muerte. En esa fiesta, según ese mismo informe, no habrían estado solos. Junto a ellos estaba parte del staff político, en el que se incluye a undiputado y a otra persona de la función pública que durante la semana pasada estuvo declarando en la causa. Además de ellos, habrían estado los llamados hijos del poder. En esa fiesta, según el informe, Leyla no sólo habría consumido drogas: además habría existido uno o más intentos de violación cuando ella ya estaba descompuesta. Quienes estaban allí habrían buscado la cobertura de algún poderoso para deshacerse del cuerpo y arrojarlo en el camino de La Dársena.
Esa sería una parte del caso Leyla Bshier. Pero Patricia Villalba no parece haber tenido, hasta aquí, vínculos con los hombres del poder político ni con las fiestas. Trabajaba en una verdulería del centro de Santiago y tenía pocos contactos con el mundo de la noche. Sin embargo, hace unos años convivió durante algún tiempo con Rojas y por ende lo conocía. Si Rojas participó de la fiesta, probablemente Patricia pudo haber conocido los detalles a través de él. Pero Rojas no es el único nexo. El otro personaje es el propio Patricio Llugdar. Los investigadores ligados a la causa están convencidos de que tenían alguna relación cercana y que se veían con frecuencia. En la causa existen datos que sostienen esta línea. Distintos testigos los ubican juntos durante una fiesta de carnaval en el boliche El Arbol Solo, donde Patricia estuvo tres días antes de la muerte. Entre los testigos está Cecilia Villalba, una de sus primas. Cuando el juez le preguntó por la fiesta y por las personas que habían estado con Patricia, su prima mencionó a tres hombres y luego reconoció a Llugdar en el identikit ofrecido por el juzgado.
El informe en manos de los Villalba da esa relación por cierta. Y además indica que habría sido Llugdar quien le contó a Patricia sobre el destino de Leyla. En ese contexto aparece Musa Azar y –en esa hipótesis– la necesidad de terminar con la vida de quien conocía esos detalles. De acuerdo con la información recogida por Santucho, Musa Azar la habría mandado a buscar con dos objetivos: obtener información a través de una sesión de torturas y luego eliminarla. Las marcas en el cuerpo de Patricia estarían indicando que los autores de su muerte sospechaban que había otras personas que también habían conocido los detalles y la muerte de Leyla. ¿Pero por qué Llugdar? Los Llugdar son una de las familias de Santiago relacionadas con los negocios de la carne y son los proveedores históricos de los asados que se hacen en el marco de las campañas políticas. Su familia mantiene o mantenía hasta ahora fluidos contactos con la gente del poder, y entre ellos, con el ex comisario Musa Azar.