El expediente judicial por el homicidio de Angeles Rawson tiene muchas menos idas y vueltas que lo que parece en los choques mediáticos. El informe sobre rastros genéticos encontrados en el departamento del encargado, Jorge Mangeri, agregará entre hoy y mañana una nueva prueba a la ya enorme carga que pesa sobre el imputado. El debate sobre la forma en la que murió tiene pequeños matices que no cambian el rumbo ni lo que será la calificación: homicidio agravado. El informe sobre las comunicaciones telefónicas del encargado, que llegará la semana que viene, también prenuncia más indicios que incriminan a Mangeri. La Sala VI de la Cámara del Crimen, que evaluará las nulidades y apelaciones, convocará a la audiencia de las partes para fin de mes: las chances de la defensa de dar vuelta el rumbo de la causa son mínimas y lo más probable es que la Cámara reafirme lo actuado por el juez Javier Ríos y la fiscal Paula Asaro, que por estos días es reemplazada por Fernando Fiszer.

El informe de ADN

El juez tendrá las conclusiones de los genetistas sobre el escritorio entre hoy y mañana. El equipo a cargo de Enzo Canónaco, pero bajo la conducción de una autoridad mundial, Daniel Corach, de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA, analizó muchos elementos, pero uno de trascendencia es el material genético encontrado en el departamento del octavo piso del edificio de Ravignani, vivienda del encargado.

Las manchas, que detectó el juez en su inspección, fueron sometidas a la prueba de un nuevo elemento que se llama Blue Star, que es el equivalente al Luminol, pero muchísimo más refinado. Detecta material genético pasándole una especie de aerosol.

En principio no se trata de dos manchas de sangre sino que podrían ser de saliva o sudor. De los 21 marcadores que constituyen el ADN, hay un perfil completo de Mangeri, o sea que coincide en todos los marcadores. Respecto de Angeles, la coincidencia es en 12 de los 21, pero no significa que hay nueve que no coincidan, sino que esos nueve no se pueden determinar por el deterioro de la muestra. Según explicó a este diario el genetista Gustavo Penacino, titular del laboratorio del Colegio Oficial de Bioquímicos, el porcentaje de certeza se determina en función de cuáles son los marcadores de los que se trata. En cualquier caso será un fuerte indicio de la presencia de Angeles en ese lugar, lo que va a encajar con una serie de evidencias que también están en el expediente.

Con esas conclusiones, el juez dará por probado que Mangeri llevó a Angeles a su departamento con un engaño, allí impuso su superioridad física, casi seguro en una tentativa de agresión sexual, y produjo el homicidio.

Como trascendió, hay perfil genético de otro hombre, pero se pudieron determinar sólo nueve marcadores de los 21. Se habló de un genetista, pero los profesionales de Farmacia y Bioquímica le bajaron el tono en los últimos dos días. Todo indica que quedará como una contaminación, porque la genética no puede ser tomada en forma aislada, sino que debe estar en congruencia con todas las demás pruebas.

Más genética

A las manchas en el departamento se agregarán otros elementos: pelo en el sótano, pelo en un borceguí, una mancha en el auto del padrastro, Sergio Opatowski, pelo en el vehículo del encargado y varios rastros recogidos el viernes cuando se secuestró la aspiradora: pelo en dos cepillos, debajo de un trapo y dentro del propio aparato.

De toda esta información pueden surgir más datos.

Debate médico

La autopsia, firmada por el doctor Héctor Konopka, establece que Angeles murió por compresión de los aparatos de la Ceamse. Los estudios anatomopatológicos, en cambio, señalan que hubo una compresión en el cuello de la adolescente, lo que le impidió respirar. Razonablemente, Ríos ordenó una junta médica en la que los profesionales tienen que pronunciarse sobre la forma en la que Angeles murió. En esa junta médica estuvieron presentes los peritos de parte. El médico de la defensa, Adolfo Méndez, se puso del lado de Konopka, porque es la variante que menos complica a Mangeri: a primera vista es mejor que haya muerto como una especie de consecuencia involuntaria en la basura que por asfixia o estrangulamiento. La querella, representada por el doctor Pablo Lanusse, pidió a los médicos que se pronunciaran sobre los sufrimientos y la agonía que padeció Angeles: va camino a agravar todavía más la situación de Jorge Mangeri.

En forma paralela, el juez Ríos ordenó un peritaje más sobre las 34 lesiones que tiene el encargado en su cuerpo. El magistrado quiere saber cuáles de esas lesiones fueron producidas por las uñas de Angeles y también si hay lesiones que el encargado se autoinfligió. Todo esto estará la semana que viene.

Teléfono

También dentro de los próximos días llegarán al despacho del juez los informes sobre las comunicaciones de Mangeri, su familia y la familia de Angeles. El magistrado establecerá así dónde estaba cada uno y los entrecruzamientos de llamadas. Un dato que ya sorprende al juez es que Mangeri no usó su celular en reiteradas oportunidades, en especial el viernes posterior al crimen, dirigiéndose a locutorios o usando el celular de un sobrino. Es una parte de la investigación que todavía está en desarrollo.

La Cámara

El sorteo recayó en la Sala VI de la Cámara del Crimen, integrada por Mario Filosof, Marcelo Lucini y Ricardo Pinto. Falta que la defensa apele una nulidad. Después, el expediente irá a la Cámara. Todo indica que convocará a las partes a una audiencia para fin de mes en que expondrán sus posturas. Luego resolverá las nulidades y la apelación. Las posibilidades de que prosperen los recursos de la defensa son muy bajas. Bajísimas. Todos coinciden en que la investigación fue prolija y muy intensa.

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