El fuego es una pared ardiente que avanza. El calor y las ráfagas de viento alimentan las llamas. Los pastizales secos y los pinos arden con rapidez alarmante. Quince mil hectáreas ya han sido afectadas por el incendio que se desató el viernes en el Valle de Calamuchita, en Córdoba. Más de doscientos bomberos, cuatro aviones y tres helicópteros trabajaban en la zona. Ayer, finalmente fueron rescatados los cincuenta chicos, profesores y padres que habían quedado varados en un refugio como consecuencia del incendio. Unas cien personas permanecen evacuadas. La Justicia provincial investiga las causas del hecho y detuvo a una persona. “Es el peor incendio que se recuerde”, dijo el coordinador de la Regional Nº 7 de los Bomberos, Fabián Vargas. El foco más importante del fuego se encuentra entre las localidades de Yacanto y Villa Alpina, la zona alta del valle, a 120 kilómetros al sur de la ciudad de Córdoba. Las llamas avanzaban ayer en dirección a Yacanto, cruzando el río San Miguel, por lo que las autoridades estaban evaluando si era necesario la evacuación de los habitantes de la zona. Gastón Parodi, presidente de la Comisión de Bomberos de esa localidad, aseguró que “se armó una comisión de emergencia para darles la posibilidad a quienes quieran autoevacuarse” y agregó que “el fuego está descontrolado, pese a que se aplicaron todos los procedimientos para estos casos”. “Las condiciones climáticas no favorecen, porque, además del calor, las ráfagas superan los 50 kilómetros”, subrayó Parodi.

El grupo de cincuenta alumnos, padres y profesores de una escuela de artes marciales de Cosquín, que había quedado refugiado el domingo en el Cerro Champaquí, fue rescatado a pie, todos sanos y salvos, por brigadistas cordobeses. “Fue el rescate de mi vida”, indicó un efectivo de la Fuerza Aérea que integraba las brigadas. Los alumnos, de entre 11 y 14 años, por su parte, manifestaron que “nunca tuvieron miedo” ni se sintieron en peligro. “Los chicos nunca estuvieron en riesgo. Sabíamos que estaban bien, por eso hicimos el rescate con tiempo, para no exponerlos”, sostuvo el ministro de Seguridad de la provincia, el policía Alejo Paredes.

El contingente se encontraba de paseo por la zona cuando una imprevista rotación de los vientos y la cercanía con las llamas obligaron al grupo a pasar la noche del domingo varado en el puesto de montaña Refugio López. Luego de que se frustrara un operativo de rescate por aire debido a los fuertes vientos y las nubes de humo, los alumnos pudieron descender de la sierra, a pie, hasta la localidad de Althos Pampa.

Los focos de fuego permanecían ayer activos en distintos puntos de la provincia: Cosquín, La Bolsa, Santa Catalina, La Falda, San Antonio de Arredondo, Potrero de Garay, Alpa Corral y Jesús María. En tres días, unas quince mil hectáreas, en su mayoría pinares, fueron arrasadas por el fuego en la zona alta del Valle. Las llamas eran combatidas ayer por 250 bomberos y cuatro aviones hidrantes.

El titular del Plan Provincial de Manejo del Fuego, Marcelo Zornada, destacó que “el problema no son sólo la meteorología y la topografía, sino que el combustible forestal muerto de pinos que se cayeron el año pasado complica la operación”.

“No es una situación normal y se está trabajando con distintas tácticas. La situación es compleja y necesitamos mucha cantidad de gente. Está tan seco todo que la propagación es muy rápida. La temperatura ambiente, la baja humedad y otros factores hacen que los incendios sean explosivos”, advirtió el funcionario.

El ministro de Desarrollo Social, Daniel Passerini, informó que “hay más de cien personas evacuadas” y que, en forma preventiva, se han habilitado “tres centros para recibir evacuados: en una colonia de vacaciones de Alta Gracia, en el Polideportivo de Agua de Oro y en Santa Rosa de Calamuchita”.

Por orden del fiscal Alejandro Carballo, una persona permanece detenida bajo sospecha de haber iniciado el fuego y fue imputado como presunto autor de “incendio culposo agravado”.